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Entrevista a Coral Fernández Martínez, exalumna de la promoción de 2015
Luego de una invitación, Coral Fernández Martínez comenzó a participar del MEPCAH, y en el movimiento descubrió virtudes que le serían muy útiles para “la vida real”, al término del colegio.
Entre los valores que el movimiento ofrece a los acampados, Coral Fernández destacó el liderazgo como capacidad de potenciar los talentos de los demás, y la aptitud de hacer frente a situaciones no esperadas para, con ayuda de los compañeros, sobrellevarlas con la mirada en alto.
¿Puede hablarnos de su experiencia en el movimiento?
Conocí el movimiento en 7° grado, tenía una buena referencia: mi prima, Eva Parini, era dirigente del MEPCAH en ese entonces. Participé del campamento y me atrapó, desde entonces nunca dejé de asistir a los siguientes. Es un espacio de vivencias que dejan amistades para toda la vida, sin importar el curso o la edad en ese momento, todos somos tratados de igual a igual.
¿Cuáles fueron los viajes que más impactaron en su vida?
Cerro Tres Kandú en el 2011, como acampada. Laguna Blanca en el 2013, fue mi primer campamento como líder de patrulla. Y el Salto Suizo en el 2014, donde, como dirigente me tocó ser jefa de campamento.
De estos viajes, ¿cuáles diría que fueron los aprendizajes que le dejaron?
En Tres Kandú aprendimos perseverancia y templanza ante las adversidades. La subida al pico principal debía durar 6 horas aproximadamente, pero en el transcurso tomamos el pico más alejado, nos perdimos, anocheció y, con mochila a cuestas, en subida y con incertidumbre, finalmente llegamos tras 11 horas de larga subida. Fue una experiencia inolvidable.
De Laguna Blanca, el liderazgo y trabajo en equipo. Aprendí que cada integrante tiene habilidades diferentes, entonces se trata de complementarse, sacar a relucir los talentos individuales de cada uno, para llegar a un objetivo común.
Y en el Salto Suizo, el liderazgo y el servicio. Ya como jefa de campamento, mi labor fue organizarlo, con ayuda del equipo de apoyo. Fue el momento en donde sentía el compromiso de retribuir al movimiento todo aquello que me dio a mí y permitir a otras personas disfrutar de esa experiencia.
En un mundo cada vez más hiperconectado y digital, ¿qué valor considera que aporta a un joven la experiencia con la naturaleza, los viajes, etc.?
Aventurarse a la vida y nunca darse por vencido. Una lluvia en el campamento, que nos saca de nuestra zona de confort, o los obstáculos en la expedición, como trepar montañas, pasar entre arroyos, lanzarse desde un salto o perderse… todo eso es un entrenamiento para la vida real; las condiciones ideales que uno espera no siempre se cumplen, pero no debemos precipitarnos ni desesperarnos ante cambios de planes repentinos.
En el día a día se nos presentan obstáculos, esas son nuestras expediciones diarias, donde tenemos que dar un paso a la vez, asegurándonos de que la piedra de la duda esté firme para dar el siguiente paso y trepar la montaña de adversidades, llegar a la cima y lanzarnos sin miedo al mundo de las oportunidades.
Y si te perdés, no pasa nada, analizás los caminos que tomaste, regresás y buscás el camino correcto, esta vez con más fuerza y convicción.
En su opinión, ¿de qué manera un estudiante involucrado en el MEPCAH logra desenvolverse o destacarse en otras áreas?
Mediante el liderazgo, trabajo en equipo, responsabilidad y capacidad de expresarse. Ser líder significa empujar a las personas a dar su mejor versión. Es la capacidad de ver el talento en el otro y alentarlo a trabajar en equipo; se deben identificar los valores de los miembros para que se complementen entre sí. Con las patrullas, uno ya no es solo un individuo, pasa a ser parte de un grupo donde cada acción repercute en todos los integrantes.
La responsabilidad implica cumplir ciertos deberes, ya sean a nivel de estudiante, trabajador o profesional. Al ser líder de patrulla uno tiene que orientar a su grupo para cumplir los desafíos.
En cuanto a la capacidad de expresarse, esto se manifiesta en las ideas que uno quiere transmitir, con buena oratoria que se adquiere en actividades como el fogón, donde todo el equipo debe participar y dejar atrás la timidez.
¿Qué mensaje le gustaría compartir con los alumnos que aún no han conocido el movimiento, con los que están en el, y con aquellos que terminan su recorrido en el mismo?
A los que no han conocido el MEPCAH, atrévanse a aventurarse y dejar de lado su zona de confort; la naturaleza ofrece una experiencia única. A los que están aún en el colegio: entreguen el máximo en cada desafío, ayuden al compañero a crecer y disfruten cada instante.
Y a los que terminan su recorrido como alumnos, que no se entristezcan. Se llevarán recuerdos y amistades de por vida. Y nunca olviden que el campamento siempre nos da la posibilidad de volver como exalumnos.