Compartir
Entrvista a Alejandro Frontanilla, exalumno promoción 2005
Alejandro Frontanilla, quien forma parte del grupo Garage 21, recientemente lanzó un nuevo proyecto musical “Ale y Los Lilas”. En esta banda, el músico explora una línea distinta e íntima, iniciando un viaje nuevo dentro de su trayectoria musical.
En esta entrevista, nos cuenta cómo, desde el colegio, empezó a enamorarse del punk y el rock. Alejandro explica, también, de qué manera esta pasión musical fue creciendo y tomando forma, hasta concretarse en experiencias increíbles y proyectos que se han posicionado bastante bien en la esfera musical de Paraguay.
¿Cómo era su relación con la música en su época de colegio?
El colegio fue algo así como un catalizador hacia mi inserción en la música. Sobre todo en la secundaria habia una gran efervesencia, que venía casi como una tradición de culto al punk y bandas de rock.
A partir de ahí, desperto algo en mí, que me llevó a sumergirme en la música y participar activamente de festivales de la canción. Fui coordinador del coro, formamos una banda entre compañeros y tocabamos en cuanto acontecimiento había.
Años más tarde, dimensioné cómo la literatura que nos había inculcado el colegio influyó en mi forma de escribir letras y expresarme en canciones. Creo que el colegio fue un ecosistema ideal para nuestro desarrollo, y no es coincidecia que del San José hayan salido tantos músicos increíbles.
El colegio fue algo así como un catalizador hacia mi inserción en la música. Sobre todo en la secundaria habia una gran efervesencia, que venía casi como una tradición de culto al punk y bandas de rock.
¿Y cómo se inició profesionalmente en la música?
Al terminar el colegio, seguimos juntándonos a tocar entre los mismos compañeros de siempre. Fue ahí que surgio nuestra primera banda “seria” de la época, que se llamó Día D. Eso nos metió en el mundo del rock nacional, mucho más comprometido, y que por esos días se estaba profesionalizando.
A partir de ahí fui haciendo amigos en la escena, todos grandes músicos, que me llevaron a seguir formándome y adentrarme de lleno en la música profesional. Fue casi como por inercia, sin buscar.
¿Algo llamativo de sus años como músico?
Lo mas importante que rescato de la musica es la cantidad de amigos increibles y talentosos que me dio. Ademas de eso, la posibilidad de tocar con grandes bandas de acá y de afuera, son como gustos que me fui dando a traves de los años.
También grabar un disco en un mítico estudio de Buenos Aires, llamado El Santito, donde grabaron artistas de la talla de Cerati y Calamaro, junto con el productor Alejandro Taranto (Cadillacs, A.N.I.M.A.L), fue una experiencia que marcó un antes y un después en la carrera de mi banda y en mí mismo.
Pude formar una banda que es un lujo para mí, con amigos super talentosos, y estuvimos tambien lanzando material que fue bien recibido, y ahora arrancando a tocar en vivo. Va a ser otro viaje y me emociona mucho.
¿Podría hablarnos de sus últimos proyectos musicales?
Con Garage 21, estuvimos lanzando material nuevo el año pasado y seguiremos este año. Es una etapa super importante porque estamos mostrando un lado maduro de la banda. Si bien siempre vamos a ser una banda punk, ahora somos una banda punk de adultos, y emprender ese camino a veces descoloca un poco al público.
Por otro lado, me animé a hacer una banda con mis composiciones paralelas y más íntimas, que se llama Ale y Los Lilas. Pude formar una banda que es un lujo para mí, con amigos super talentosos, y estuvimos tambien lanzando material que fue bien recibido, y ahora arrancando a tocar en vivo. Va a ser otro viaje y me emociona mucho.
¿Cuáles son sus expectativas para el rubro musical, el Paraguay y el crecimiento o fortalecimiento del mismo?
El rubro musical tuvo una explosión increíble en los últimos 10 años, en cuanto a desarrollo y a interes del público.
Si bien siempre existió la escena y fue muy rica, sobre todo el rock se manejó en el under, hasta bien entrados los 2000.
Pero, en los últimos años, la brecha con la musica internacional se achicó al punto que hoy día bandas o solistas nacionales compiten de igual a igual en sonido, contenido, imagen y puesta en escena con artistas del exterior.
Creo que eso hizo que el público vaya valorando la calidad de los artistas locales. Y esto todavía sigue madurando. Si bien falta un camino por recorrer, creo que la musica se profesionalizó al punto que hoy día se puede vivir del rock en Paraguay. Eso no es poca cosa.
¿Algo que quieran añadir?
Solo la gratitud al colegio, por las herramientas que me dio para poder desarrollar mi carrera, y por las amistades que perduran por siempre.