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Entrevista a Fernando Barriocanal y Norman Dumot, exalumnos de la promoción 1990
En la actualidad, ya no nos sorprende para nada mirar las campañas electorales y ver cómo el desprestigio, los chismes, los escándalos y las acusaciones cruzadas forman parte constante del discurso de los candidatos. No obstante, a veces existen ejemplos de que no tiene por qué ser así, y con orgullo cuenta con una historia que lo demuestra.
Los exalumnos Fernando Barriocanal y Norman Dumot fueron rivales electorales durante una de las elecciones para presidente del Centro de Estudiantes. En un acto de democracia ejemplar, estos jóvenes supieron realizar campañas limpias, donde se debatieron ideas y proyectos y en donde, al final, al salir ganador el primero de estos, la parte que había sido derrotada no hizo otra cosa sino trabajar en conjunto con la lista ganadora.
FERNANDO BARRIOCANALYo no consideraría que el otro bando fue “derrotado”, ya que al final terminamos todos unidos
Nunca tuve pensado ser presidente del Centro de Estudiantes, ni siquiera cuando, a partir del cuarto o quinto curso me llamaron para colaborar con los mayores. Fue en sexto curso cuando me propusieron, y acepté.
La campaña electoral consistió en repartir las propuestas en trípticos, dar regalos en los recreos, turnarnos para poner música y demás. Fuera de eso, más tradicional, fue totalmente atípica por su pacificidad entre las listas.
Por ejemplo, recuerdo que la noche antes de las elecciones, fuimos a cenar entre seis personas de ambas listas: los dos candidatos a presidente, los dos candidatos a secretario y los dos candidatos a tesorero. Hasta el día de hoy nos seguimos reuniendo y la vida incluso hizo que uno del grupo actualmente sea el cuñado de Norman. A otro, Luis Fernando Arce, lo recordamos con cariño, porque ya no se encuentra entre nosotros.
En la quinta se hizo la votación, se leyeron los votos y todos juntos trabajamos a partir de ahí. Yo no consideraría que el otro bando fue “derrotado”, ya que al final terminamos todos unidos e hicimos las cosas que se tenían planeadas. Recuerdo que había algunas propuestas que ellos tenían y que nosotros no, por lo que nos recomendaron llevarlas a cabo. Existió luego un absoluto apoyo a nuestra gestión.
En general, hicimos todas las cosas que teníamos que hacer. Entre ellas, reactivamos la revista del Centro y también cambiamos los estatutos en algunos aspectos que no nos gustaban, para los que venían después. Apoyamos a su vez a la Academia Literaria y a la de Historia, que en esa época estaba medio muerta.
Yo creo que un presidente del Centro debe tener sentido común y responsabilidad, ya que no es sencilla su tarea. Creo que es necesario también el compañerismo y la amistad.
En el camino habremos cometido muchos errores, pero teníamos que saber cómo solucionarlos nosotros mismos.
Creo que la enseñanza más importante fue la de asumir responsabilidades, como una preparación para el futuro. Por ejemplo, los intercolegiales los organizábamos de manera autónoma, consiguiendo los fondos necesarios, los árbitros y gestionando algunas dificultades que se nos aparecían.
NORMAN DUMOTLos resultados fueron muy ajustados, las dos secciones hicieron muy buenas campañas
Los dos años previos a la elección trabajé con los anteriores Centros, con la ilusión de algún día tener la chance de ser presidente. Posteriormente, se dio de forma natural que mis compañeros me eligieran como candidato del curso y terminé compitiendo contra Fer, que fue el que ganó.
Aquella fue una de las etapas más lindas del colegio. Ese verano de los preparativos fue muy bueno e imagino que las promociones anteriores y posteriores a la nuestra también la vivieron así. Era una etapa de reuniones, de ir armando la lista, de tirar ideas, de pintatas, banderas… esas actividades nos unieron como grupo.
Lo que más recuerdo de la campaña fue la unión que existía en las dos secciones que se estaban disputando la presidencia, lo digo con orgullo hoy. La gente incluso nos felicitó por nuestros debates en los que se defendían nuestros proyectos e ideas, en ningún momento hubo ataques ni nada parecido, y la gente decidió en base a eso.
Cuando supe del resultado, hubo cierta lástima, pero no hubo un tiempo de luto; inmediatamente Fer, yo y los compañeros de ambas listas nos abrazamos, pues nos dimos cuenta que habíamos hecho bien el trabajo, que habíamos transmitido al colegio la idea de que se puede trabajar en equipo. Los resultados fueron muy ajustados, las dos secciones hicieron muy buenas campañas y había muy buena gente en ambas listas.
Desde el momento en que terminó la elección nos pusimos a hablar de qué íbamos a hacer. Hubo un total apoyo a la gestión, desde el día 1 fui el vicepresidente de Fer y lo acompañé en todo, nos delegamos muchas actividades y trabajamos en conjunto.