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Entrevista a Álvaro Wasmosy, exalumno de la promoción 1991
Álvaro Wasmosy, sí como sus hermanos mayores, Juanca y Diego, participó de las elecciones del Centro de Estudiantes de su promoción. De hecho, ya en las campañas electorales de ambos hermanos, Álvaro también estuvo presente, apoyando los preparativos previos. Esta experiencia le fue tan grata, que guardaba el sueño de, en su momento, seguir estos mismos pasos. Y lo hizo.
¿Esperaba candidatarse como presidente, antes de que llegara ese momento?
Realmente era un sueño que tenía y gracias a Dios, a mis compañeros y a todos los alumnos se cumplió. La verdad es que, desde muy chico, me gustaba todo lo que se refería a las actividades del Centro de Estudiantes. Cuando yo estaba en primer curso, mi hermano Juanca fue presidente, y yo participé en toda la campaña y los preparativos previos. . Luego, cuando estaba en tercer curso, mi hermano Diego fue miembro de la lista de su Centro, candidato a secretario. En las dos ocasiones participé y seguí todo muy de cerca. Aprendí bastante y me gustaba mucho.
¿Por qué cree que lo escogieron como candidato?
Creo que influyó mucho toda esa experiencia que yo tenía gracias a mis hermanos. Y también siempre me llevé bien con todos los alumnos, de promociones mayores a la mía, como también promociones menores. Les conocía a casi todos.
¿Cómo se dio su campaña presidencial, para el Centro de Estudiantes?
Hicimos una reunión entre todos los compañeros y analizamos quienes podían ser candidatos. Y al final de la reunión salí elegido para representar al sexto curso “B”. Y así empezamos la campaña para el Centro de Estudiantes.
¿Alguna anécdota de ese tiempo, que pueda compartirnos?
Sí, varias anécdotas. Pero hay una que me acuerdo bien y me paso el primer día ya como presidente de Centro de Estudiantes, y fue muy graciosa. Ocurrió en la formación a la mañana donde cantábamos el himno nacional y rezábamos el Padrenuestro antes de ingresar a las aulas. El prefecto Pereira me invitó a pasar al frente de todo el alumnado para hacer la oración. Me dieron el micrófono y empecé a rezar el Padrenuestro, pero tan nervioso estaba que me salté una parte y todos se empezaron a reír y me silbaban. Al final, se acabaron los nervios con la risa de todos y terminamos todos riéndonos. Hasta el propio prefecto Pereira se mataba de risa.
¿Qué trabajos llevó adelante su Centro de Estudiantes?
En esa época las actividades del Centro se centraban en la organización de distintos eventos, tanto deportivos como culturales y sociales. Empezábamos con el Torneo relámpago, que finalizaba el 19 de marzo, día de San José. Después estaba el Intercolegial Deportivo, la kermesse que se organizaba en conjunto con la APAC, el Intercolegial de la Canción, el apoyo a la Academia Literaria, y otras más
¿Cómo fue el apoyo de su promoción? ¿y de otras promociones?
Desde el inicio tuve el apoyo de todos mis compañeros de sección y de toda la promoción en sí. Mi mesa directiva estaba compuesta por Francisco Mojoli (vicepresidente), Felipe Lovera (secretario) y Gustavo Doldan (tesorero). Trabajamos todos juntos para llevar adelante todas las actividades. Son excelentes amigos y grandes personas, hasta hoy compartimos encuentros y estamos en contacto con frecuencia. Con Francisco Mojoli aglutinamos a las dos secciones.Me ayudó mucho en todos los trabajos. También recibí todo el apoyo de las otras promociones. Yo traté mucho de que los de quinto y cuarto curso participen en todas las actividades del Centro, no sólo en las reuniones, sino directamente, asumiendo responsabilidades. Y siempre estuvieron presentes con todas las ganas y dispuestos a ayudar en lo que sea necesario. Aprovecho esta ocasión para enviarles mi agradecimiento, como a todos los que me brindaron su apoyo (otros exalumnos, sacerdotes, directores y profesores de la época).