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Semblanza de uno de los sacerdotes de la historia del San José, extraída del libro del P. Alonso.
El Colegio de San José, cada vez más en vista, requería nuevos sacerdotes. Así, fueron llegando, desde su fundación, varios y muy santos. En 1909, llegó el P. Juan Larramendy.
“Verdadera columna de nuestro colegio, alma de las diversiones sanas y variadas, perfecto psicólogo de la juventud, amante del orden, maestro incomparable, respetado, querido”, dijo el P. Chenú, describiendo al P. Juan Larramendy.
Casi 20 años después de su llegada, y uego de una ardua labor pastoral y docente, regresó a Francia. En su despedida, el Sr. Rodolfo Brugada, presidente de los Exalumnos en los periodos 1920-1929 y más tarde 1930-1935, dijo del P. Larramendy: “Diez y ocho años en el Paraguay, trabajando en este colegio por la formación física y moral de la juventud, con esa fortaleza de espíritu que mucho le enaltece, no es poco para que podamos decir, sin temor de equivocarnos, que algo del P. Larramendy quedará aquí: su corazón”.
A continuación, mencionamos la aparición de este sacerdote en la historia del colegio, según lo documentado por el P. César Alonso de las Heras.
EN 1914
El comienzo de la “Gran Guerra” afectó corazones de los padres franceses. En 1914 acuden al llamado de la patria, los PP. Larramendy, Chenu y Palou. Como el gobierno francés no tenía consideración con los sacerdotes, estos eran destinados al frente, en el mejor de los casos como enfermeros en el frente de batalla.
EN 1920
Un par de años después de prestar sus servicios militares, los sacerdotes retornaron a su labor docente en el San José. En 1920, el P. Larramendy entra a componer el cuerpo docente, junto a otros sacerdotes y varios maestros laicos. También se permitió la contratación de dos maestras, para el 1° y 2° grados, si no era posible contratar maestros. Pero, en cuanto al cuerpo estudiantil, este había disminuido su número de alumnos.
Estudiando el contexto del país, vemos la quiebra de tres principales bancos, la fundación de dos colegios nuevos (Colegio Internacional y un Colegio Politécnico), la obligación del servicio militar de los jóvenes y una furibunda campaña contra la Iglesia y, muy particularmente, contra el San José.
EN 1927
En diciembre de este año, se anuncia la partida del P. Larramendy a Francia. Hasta entonces, había ejercido el cargo de prefecto de disciplina y animador del deporte. Se lo despidió con un lunch ofrecido por los exalumnos, y con unas palabras de cariño con las que los presentes realizaron un brindis.