Arsenio “Ñito” Ocampos es uno de los hijos del arte nacidos en los pasillos de nuestro querido colegio san José. Dueño de una voz privilegiada y de una capacidad de interpretación totalmente apasionada, Ñito dio sus primeros pasos como cantante en sus tiempos de estudiante sanjosiano, en los distintos festivales y concursos que se realizaban en la institución.
Mi paso por el colegio fue determinante. Recuerdo los Festivales Intercursos, en donde por primera vez subimos a un escenario a cantar cuando estábamos ya en la secundaria pero en cursos inferiores. Luego a través de la Academia Literaria se organizaban montajes de música y poesía en donde, de la mano de mis exprofesores como José Antonio Galeano y Juan Manuel Marcos, nos presentábamos en muestras estudiantiles.
Maneco Galeano y todo ese movimiento denominado “nuevo Cancionero”, que por aquella época llenaba de estudiantes los festivales en tiempos de represión gubernativa, también marcó mi incursión en la música.
Yo por lo menos nunca me volqué a estudiar música porque elegí otra carrera profesional, tal vez hubo incentivos pero por aquel entonces mis planes estaban dirigidos a otras actividades.
La tenía un tanto de costado, sin dejar nunca de cantar eventualmente, ya que el deporte y principalmente el básquet me llevaban muchas horas de entrenamiento. ya después de terminar mis estudios universitarios y formar una familia me invitaron a integrar un cuarteto vocal bajo la dirección de otro exalumno del colegio, allí empecé a estudiar vocalización y a cantar de forma profesional, cosa que sigo haciendo hasta hoy.
Mi paso por el colegio fue determinante
Nunca. Siempre en reuniones de amigos y compañeros te acercan una guitarra y eso es suficiente para conectarse con la música.
Cuando estuve en el Congreso nacional tuve que dejar de cantar profesionalmente para dedicarme por completo a la legislatura, cosa que no repetiría hoy.
Fue con motivo del festejo de los 40 años de haber dejado el colegio, a pedido de Luigi Andrada, quien fue el mentor para que entre a un estudio a volver a grabar como solista el emblemático himno de autoría de Derlis Esteche y Luis Vaesken.
Yo solo soy un intérprete. nunca me animé a componer alguna canción, pero como soy de vocación tardía, capaz alguna vez lo pueda hacer.
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