Padres con mística sanjosiana

Entrevista a Gustavo Volpe, exalumno de la promoción de 1973, y su esposa Gloria Mena

Gustavo Volpe y Gloria Mena ocuparon la presidencia de la Asociación de Padres entre 1994 y 1996. Fue una época muy importante en la historia del San José, ya que el colegio comenzaba a abrir sus puertas a mujeres, dejando de ser una institución exclusiva para varones. Esto fue toda una “revolución”, según Volpe, y la APAC acompañó esta transformación.

El acompañamiento de la APAC en momentos importantes para el San José permitió un ejercicio exitoso, buen relacionamiento entre los estamentos y el desarrollo de las actividades necesarias para cumplir las metas fijadas. Pero, por sobre todo, el involucramiento de los padres en la formación de sus hijos.

¿Cómo llegó a ocupar la presidencia de la APAC?

Desde que mis hijos ingresaron al San José, nos interesó participar activamente de las actividades que hacía la Asociación de Padres. Teniendo dos hijos en el colegio, nos presentamos en la asociación, y, en un momento, ganamos la presidencia de la misma.

Los padres de alumnos, somos activos participantes de la educación en la casa y de la formación y capacitación que obtienen en el colegio»

¿Cuáles fueron los principales ejes de trabajo de su periodo?

En primer lugar, tratar de conseguir ciertas condiciones que aún no se estaban brindando a nuestros hijos. Fundamentalmente, recuerdo un avance muy importante en materia de seguridad: en aquel entonces, el colegio no contaba con ambulancias de emergencia, por eso firmamos un acuerdo con la empresa EME, para que la institución quedase protegida mediante una ambulancia y un protocolo, en caso de que fuera necesario asistir a alumnos enfermos o accidentados.

También pudimos ser parte de la incorporación de las mujeres al colegio San José. Teniendo en cuenta que, anteriormente, el colegio era exclusivo para varones, el cambio fue toda una revolución. Al principio hubo una resistencia muy grande, pero hoy día es una hermosa realidad el que el colegio hoy esté compuesto por chicos y chicas.

Participábamos de todas las actividades del colegio, nos reuníamos con los profesores, que nos mostraban sus programas de trabajo. Además, trabajábamos activamente con la Federación de Padres de los Colegios Confesionales. Gracias a esto, se logró cierta “paz” entre alumnos de diferentes instituciones, lo cual fue un logro importante, pues en aquella época había ciertos conflictos o violencia en competencias intercolegiales.

¿Cómo fueron respondiendo a estos ejes?

Los ejes se fueron logrando porque teníamos una Comisión Directiva muy interesada en todos los temas trabajados. Entonces, cuando determinábamos en qué nos íbamos a enfocar, nos poníamos las pilas y no descansábamos hasta que se cumplieran los objetivos marcados.

Al llevar a cabo estas tareas, ¿de qué manera se involucraban los padres y los demás estamentos?

Como dije, los miembros de la Comisión Directiva estábamos muy involucrados; nos poníamos objetivos y no aflojábamos la atención en ellos hasta llegar a la meta. Otros padres también nos acompañaban, no todos, como hubiésemos querido, pero sí hubo gran participación de padres de primaria y de secundaria. Esto facilitó el relacionamiento con las autoridades del colegio, lo que fue muy importante para desarrollar las actividades.

Se forma un compañerismo y amistad entre padres que perdura en el tiempo

¿Qué aspectos u objetivos considera importantes y permanentes, en la gestión de la APAC?

Nosotros, los padres de alumnos, somos activos participantes de la educación en la casa y de la formación y capacitación que obtienen en el colegio. Por lo tanto, creemos que las asociaciones de padres son muy importantes para llevar a cabo las actividades educativas y formativas y para que estas tengan un resultado positivo cuando los alumnos terminen su etapa de estudiantes de colegio.

¿Algún mensaje, basado en su experiencia en la APAC, que quiera dejar a los padres y a la comunidad sanjosiana?

La acción de la APAC es una actividad muy agradable, donde se forma un compañerismo y amistad entre padres que perdura en el tiempo. Suele decirse que el San José es una “logia”, en el sentido de que los alumnos no solo son amigos durante la etapa escolar, sino después, como exalumnos. Por ejemplo, yo me recibí en 1973, y sigo reuniéndome con mis compañeros en el “Exa” o en otros encuentros.

Esta “mística” que existe en el colegio, es importante que también la tengan los padres que no son exalumnos; por eso, deben participar, para tener la vivencia necesaria para comprender lo que es el San José en Paraguay.