Entrevista a Matías Sacco, exalumno de la promoción de 2014
Matías Sacco presidió el Centro de Estudiantes del colegio durante su último año, con la idea de restaurar los valores y tradiciones del colegio, lo cual fue posible gracias al apoyo y compromiso del alumnado.
También fue importante el trabajo para mejorar y fortalecer las relaciones con la dirección del colegio y la APAC, y para obtener más involucramiento de compañeros y alumnos de distintas promociones. Al lograr esto, muchas actividades dieron un salto exponencial, mejorando notoriamente sus resultados.
En esta entrevista, Sacco nos habla de los pormenores de la elección y otros aspectos de la gestión posterior, así como de la herencia del Centro de Estudiantes del 2014.
«Teníamos como principal objetivo recuperar tradiciones y valores que se fueron perdiendo en el tiempo»
El último año siempre es el más especial para todos y es en el que se generan los mejores recuerdos, que perduran en el tiempo. Mi último año está lleno de momentos difíciles de olvidar, que me marcaron la vida y hoy recuerdo con nostalgia. No solo por las vivencias, sino también por lo aprendido en el transcurso.
Lo primero que me viene a la cabeza al pensar en el último año en el colegio, son los compañeros. Creo que la relación y el grupo que forjamos desde el primer día que pisamos el colegio, se terminó de consolidar ese último año. Son para mí el mejor regalo que me dio mi querido San José. Resumiría ese último año del colegio como un montón de anécdotas vividas a diario con la gente que más aprecio.
La decisión de postularme a la presidencia del Centro de Estudiantes (CE) no fue algo de la noche a la mañana. Creo que fui asimilando esa idea desde mucho tiempo antes, probablemente desde que conocí cómo funcionaba el mismo, en séptimo grado. Ya ese año, si mal no recuerdo, fui delegado del curso y me involucré, de cierta manera, en un cargo de responsabilidad y representatividad.
Siempre me gustaron las herramientas de consenso y las responsabilidades de servicio que conllevan estas posiciones. Por esto, en 1° de la Media ya me involucré en el CE como síndico de la lista ganadora.
Esta experiencia, lo aprendido al participar en el CE y las capacidades que creía yo tener en ese momento para ayudar, además de largas charlas con compañeros y amigos, me impulsaron a tomar la decisión de ser candidato por la lista A, en nuestro último año.
En el 2012 – tras varios años y una excelente gestión de los responsables – se consiguió aprobar un estatuto para restaurar un CE con autonomía y poder de decisión de los estudiantes. Esto se consiguió a finales de ese año, por lo que diría fue un año atípico. Luego, en el 2013, hubo un solo candidato.
Entonces, en el año 2014, nuestro último año, se volvía a tener elecciones con los nuevos estatutos y dos candidatos, después de mucho tiempo. Fue una competencia muy sana y creo que sacó lo mejor de todos los involucrados. Fue muy lindo vivir en carne propia el proceso que conllevan las elecciones, con las campañas y debates de los cuales solo habíamos sido, hasta entonces, espectadores.
Me acuerdo que antes del día de las elecciones, ya hubo una decisión muy importante que tomar en representación del alumnado, que era referente a uno de los intercolegiales. Como lista tomamos una postura muy difícil, y hasta diría “poco popular”. El tiempo nos dio la razón, y ganamos la elección de ese año.
Sí. La verdad es que, a mi parecer, cada año es diferente y se van desencadenando cambios que con el tiempo se hacen más evidentes. El cambio más llamativo que se me ocurre ahora, fue el de volver a realizar las elecciones como épocas anteriores, tras un largo proceso de reconstrucción del CE.
También quisimos dar un mayor espacio a las mujeres, y por primera vez en una de las listas participó una mujer como integrante de la mesa directiva del CE. Esto creo que llevó a impulsar una mayor inserción de las mujeres en los años que siguieron.
Nuestra lista (6° “A”) fue presentada con el nombre “A.T.T.A.Q.U.E”, que significba “Alumnado Tradicionalista, Trabajador y Auténtico Que Une Estudiantes”. Este nombre describía perfectamente lo que sería el eje de trabajo que tendríamos como CE.
Teníamos como principal objetivo recuperar tradiciones y valores que se fueron perdiendo en el tiempo, para que a la vez promovamos la unión entre todos los estudiantes, sin importar sus ideas/creencias. Es decir, siendo auténticos. Por mencionar un pequeño ejemplo, volvimos a entonar el himno “Patria querida” todos los viernes durante la formación. Si bien este ejemplo no es mucho, fueron esos pequeños detalles, que transmiten la esencia del San José, los que quisimos convertir en costumbre nuevamente.
Algo a lo que le dimos también mucha importancia fue reconstruir los lazos de confianza con los directivos del colegio e incorporar en el equipo operativo de trabajo a los padres, a través de la APAC. Creo que fue uno de los objetivos iniciales que cumplimos con mayor éxito. Esta nueva relación de tres partes (colegio, alumnos, padres) nos permitió lograr cosas que nunca pensamos posibles.
Creo que lo más grande que logramos en conjunto fue la reestructuración del intercolegial deportivo del colegio, que pasó de ser un evento con poca trascendencia a una multitudinaria fiesta deportiva, con sponsors de gran calibre y el récord de participación de colegios en el año. Y, lo más importante, fue que ese nuevo modelo, mucho más sostenible, de intercolegial del San José, perduró y es replicado hasta hoy en día.
Otro aspecto clave que priorizamos fue atender las finanzas del CE. Los candidatos, y el presidente, una vez iniciado el mandato, tenían que gastar una cantidad de dinero para poder mantener el organismo los primeros meses. Nos preguntamos entonces cómo podía generar dinero el CE para la actual ejecución y los inicios del año siguiente. Mediante el intercolegial y otras actividades, pudimos generar muchos ingresos para el CE.
Ese dinero, además de ser destinado a eventos de interés para los alumnos, fue destinado a la acción social, fiesta de colación, y hasta se dejó parte para financiar los primeros meses del próximo CE. En paralelo, el tesorero presentaba el balance mensual para el seguimiento de los miembros del CE.
Muy cliché, pero nada hubiera sido posible sin el apoyo de los compañeros y su involucramiento en el equipo operativo del CE. Como tampoco hubiera sido posible sin la participación del alumnado en general.
Formamos diferentes equipos de trabajo para todas las actividades que teníamos planeadas; para eventos deportivos y culturales, dedicados a la organización periódica de estos. Con las compañeras se armó un equipo encargado de organizar el festival de jazz como nunca antes. También uno organizador del intercolegial.
La idea era de formar equipos exclusivos para las distintas actividades, y de cierta manera, que cada uno tenga un rol y un compromiso dentro del CE. El objetivo fue que todos estén involucrados y se sientan parte. Me parece que fue así.
Nada se compara al haber trabajado, de cierta manera, para el colegio y con los amigos. Nuestro último año fue un pequeño legado que intentamos dejar para engrandecer aún más al San José, y no hay nada más gratificante que haberlo hecho como grupo. El arduo trabajo que hicimos recibió su reconocimiento, cuando a final de año, luego de mucho tiempo, el Consejo Directivo del colegio reconoció nuestra buena gestión con un diploma.
Articulo elaborado por Marcelo Codas Cuando una familia se acerca a un consultor en relación… Leer más
Cecilia Valiente Maluf, arquitecta y cofundadora del Estudio de Arquitectura Lumière, comparte su visión, experiencias… Leer más
El Dr. Carlos González Morel, abogado, notario y vicedecano de la Facultad de Derecho y… Leer más
Cuando el horizonte parece nublado y la esperanza parece desvanecerse, recurrir a principios espirituales puede… Leer más
La Cámara Paraguaya de la Construcción (Capaco) ha subrayado la urgente necesidad de que Paraguay… Leer más
Con más de dos décadas de trayectoria, Arias, García y Asociados se ha convertido en… Leer más
Esta web utiliza cookies
Leer mas