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Entrevista a Joaquin Pagan, exalumno de la promoción de 2014
Durante los seis años de su paso por la secundaria, Joaquín Pagán formó parte del MEPCAH, luego de que su hermana mayor le sugiriera conocer el movimiento. En él encontró “un hogar y un lugar en el colegio”, como cuenta en esta entrevista.
¿Qué cualidades del movimiento fueron las que le atrajeron para querer ser parte de él?
Lo que me llamó la atención, en séptimo grado, fue la unión entre todos los que participaban. Era, realmente, una familia. Me gustaba la alegría con la que vivían los más grandes, y cómo disfrutaban ser parte del movimiento. Era una alegría que se contagiaba en cada pasillo. Además, el MEPCAH me inculcó valores, principios, que hasta hoy sostengo y defiendo con mucha honra.
Fuera del colegio, en su época escolar o posterior, ¿Participo alguna vez de actividades de esta índole, al aire libre…?
Durante el colegio, la actividad más parecida, fue una construcción de “Un techo para mi país”. Luego del colegio, intento siempre ir a algún campamento por año.
¿Recuerda algunas excursiones o viajes del MEPCAH en especial?
En especial recuerdo 3 excursiones que fueron: Lago Ypoa (2009), aventura Mbatovi (2013) y salto Mbokarusu (2014). Del primero, recuerdo que canté en el fogón y gran parte de los sketchs realizados por distintas patrullas. De aventura Mbatovi recuerdo la despedida a la promoción 2013, fue especial porque era la de mi hermana, y también porque fue una con la que más compartimos, desde acampados hasta dirigentes. Pero, para mí, la mejor fue Salto Mbokarusu, mi último campamento. Creo que por el simple hecho de ser el último, todo tiene un sentimiento distinto y mucho ya suena a despedida. Recuerdo que me quedé dormido en un juego que se llamaba “Quien será”. Me había escondido frente al salto. El juego comenzaba a las 22:00hs., y de repente me despierto, veo la hora y eran las 2 de la mañana.
Me voy y pregunto qué pasó. Me dijeron que el juego se había suspendido por la hora, mientras tanto, todo el campamento ya dormía. Solo el equipo de apoyo estaba despierto, fue un momento de muchas risas, y un buen recuerdo.
«Y adelante siempre adelante, hasta alcanzar tu estrella»
Al salir del colegio, ¿conservó los vínculos de amistad con los alumnos de otras promociones, también involucrados en la actividad?
Sí. Este movimiento me regaló mi grupo de mejores amigos, desde la promoción 2009 hasta la 2019. Aparte, tratamos de aprovechar la tecnología, por lo que tenemos un grupo de Whatsapp de exalumnos que hayan participado del movimiento. Cada tanto tratamos de hacer actividades, para reunirnos y recordar viejas anécdotas.
¿Qué mensaje les daría a los alumnos que quedan…?
Aprovechen cada herramienta que da el movimiento, porque hay cosas que de repente, por la edad, creés que no son útiles o no van a ayudar. Pero, después, pasa el tiempo y te das cuenta de que cada detalle, de cada actividad, tenía un porqué y servía para algo en un futuro; para tratar de construir una sociedad mejor. Aprendan a disfrutar cada momento porque después lo único que querés es volver a vivir esa experiencia. Y “adelante siempre adelante, hasta alcanzar tu estrella”, que nadie te quite las ganas de seguir tus sueños, ya que todos tenemos una estrella distinta.