La pasión de Marcos Romañach por el rugby
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Marcos Romañach Doria comenzó a jugar al rugby a los 10 años. Después de un entrenamiento de fútbol en la quinta, su primo Francisco Doria lo invitó a acompañarlo a una práctica de rugby. Decidió ir, se animó a entrenar y desde ese día, se enamoró de este deporte. Marcos describe al rugby como un deporte inclusivo: “Hay espacio para todos, ya seas gordo, flaco, alto o bajo. Siempre habrá un lugar y una posición donde jugar”, tal como le dijo su primer entrenador, Nico Urrutia, a quien hasta hoy le tiene mucho aprecio.
Disfrutó de las jornadas infantiles y las giras, y aún conserva anécdotas y amigos de esos tiempos. Con el paso del tiempo, se volvió muy intenso practicar dos deportes al mismo tiempo, así que a los 16 años decidió dedicarse exclusivamente al rugby.
Marcos llegó al plantel superior con su camada y fueron recibidos de la mejor manera. Se integró fácilmente y su objetivo es volver a salir campeón con el club. Además, sueña con jugar un mundial con la selección, y es hacia eso que están apuntando en este momento.
No sabe exactamente dónde se ve en el futuro, pero está seguro de que se seguirá esforzando por ser mejor. “Mi mensaje para los más jóvenes es que el rugby es un deporte hermoso. Como dije anteriormente, hay lugar para todos, y les aseguro que nunca faltarán amigos, anécdotas y risas. Aprendan y disfruten en todo momento”.
Marcos reconoce que nada de esto sería posible sin la ayuda de sus padres, a quienes les agradece eternamente por acompañarlo y apoyarlo en este desafío de su vida. Para él, el club es su equipo, sus amigos y su familia.