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Entrevista a P. Alberto Zaracho scj, Director Pastoral
El P. Alberto Zaracho Scj, nuevo director pastoral del consejo directivo del colegio, comparte con nosotros no solo su gestión y sus expectativas, tanto para lo que queda del año como en adelante, sino también nos deja un mensaje de esperanza. Esperanza que nos interpela e impulsa a dar lo mejor de nosotros en medio de una situación difícil, al mismo tiempo que miramos el futuro, confiados en que será mejor.
¿En su primer año como director pastoral le ha tocado una situación excepcional, ¿cómo se ha trabajado en este tiempo?
Para mí, ha sido una experiencia única y muy enriquecedora en cuanto a lo espiritual, humano, pastoral y pedagógico. Por cierto, no podemos ignorar que el mundo definitivamente cambió. Hemos inaugurado un nuevo tiempo con sus luces y sombras. Vivimos, sin darnos cuenta, en un nuevo escenario a nivel global llamado pos coronavirus y era digital; llámese, Iglesia virtual, comunión espiritual virtual, educación virtual, reuniones y celebraciones festivas virtuales, medios de comunicación social virtual… que, junto con la cultura postmoderna, ha desencadenado una verdadera crisis sanitaria, socioeconómica, eclesial, educativa sin precedentes, cuyas características se ven reflejadas por las perplejidades, incertidumbres, angustias y de privaciones generadas por el Covid-19.
Pero es también un tiempo de aggiornamento e innovación pedagógica y pastoral, en el que hemos implementado una plataforma virtual con una nueva metodología de enseñanza y aprendizaje digital, basada en un nuevo paradigma al que podríamos llamar una “nueva pedagogía del amor en la era virtual”, siguiendo las orientaciones emanadas del Ministerio de Educación y Ciencias.
A este nuevo paradigma le llamo “pedagogía del amor” porque solamente aquellos que en verdad aman su vocación y su ser laico y religioso betharramita pueden cumplir con fidelidad y humildad su rol docente y ministerio pastoral, preparando, día a día, con mucho amor, alegría, diligencia, creatividad y celo pastoral, los temas que han de impartir tanto a los estudiantes como a los fieles, a través de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Este nuevo paradigma, que emerge de la coyuntura contemporánea, es un desafío que nos exige encarnar y vivenciar el “Aquí Estoy” a los efectos de llevar una vida transfigurada al estilo de San Miguel Garicoits.
¿Tenía algunos objetivos, al asumir el cargo, que crea que -aún en esta situación- se hayan podido trabajar?
Mi objetivo principal es evangelizar a través de la pastoral educativa betharramita a la luz de la Palabra de Dios y del carisma de San Miguel Garicoits. Renovar y fortalecer los lazos de la confianza, la amistad, la caridad y la comunión entre todos los actores del Colegio de San José. Empezando por los directivos, el plantel docente, alumnos, padres de familia, exalumnos, funcionarios y empleados, trabajando con humildad, entrega y honestidad en pos de afianzar la mística del colegio, que consiste en una casa de estudios hermanada en el amor, en la paz y en la disponibilidad.
Evidentemente, para lograr dicho objetivo trazado, es necesario, como comunidad educativa, nutrirnos de la Palabra de Dios, salir al encuentro de la vida y de las distintas periferias existenciales, encarnar en nuestros corazones y vivenciar el “Aquí estoy”.
En la realidad que nos toca vivir, creo que falta concretizar ciertos aspectos de la formación espiritual y pastoral que tuvieron que ser cancelados obligatoriamente por el Covid-19, como los retiros y jornadas espirituales, campamentos y convivencias formativas, etc.
¿Y quedaron algunos objetivos pendientes, para trabajarlos más adelante?
Algunos objetivos para seguir trabajando, puliendo y afianzando son el acompañamiento cercano y la orientación espiritual y pastoral a la comunidad educativa desde un proyecto innovador pastoral y educativo, a la luz del carisma para enfrentar los grandes desafíos pedagógicos y pastorales de la cultura contemporánea. Todo esto, de manera que el Colegio de San José pueda ponerse siempre a la vanguardia, no solo en lo académico sino también en lo espiritual.
¿Qué aspectos considera los más importantes, para atender en este momento?
Es oportuno, necesario y prudente vigorizar la parte espiritual, humana y emocional de los profesores, alumnos, padres de familia, personal administrativo y de servicio. Es decir, animar y acompañar a todos los actores de la comunidad educativa para el crecimiento y fortalecimiento en los distintos niveles de la vida cristiana para hacer frente a esta compleja y delicada realidad. Priorizar la formación permanente de los profesores a los efectos de brindar siempre la excelencia académica que caracteriza al Colegio de San José.
¿Cuáles son sus expectativas, para los próximos meses, o quizás para el próximo año?
Mi expectativa es dar lo mejor al colegio de San José, por amor más que por cualquier otro motivo. Es decir, poner al servicio del colegio los dones y talentos que Dios me ha regalado para que la familia de San José sea el ejemplo del amor misericordioso del Padre en donde se contempla y se vivan los sublimes valores del Sagrado Corazón de Jesús como son la humildad, la caridad, la disponibilidad, el amor y el perdón.
¿Algún mensaje que quiera dejar a la comunidad educativa? (padres, alumnos, profesores)
La fe y la esperanza son dos virtudes sobrenaturales que nos iluminan y fortalecen nuestro itinerario espiritual en la vida cristiana. Sepamos mantener la fe y la esperanza en Dios ante esta crisis socioeconómica y sanitaria que nos toca vivir. Seamos optimistas: esta situación va a pasar y todo volverá a su cauce normal, donde podremos volver a sentir y experimentar encuentros familiares, entre amigos, disfrutar de la clase presencial, vivir la celebración de los sacramentos y las jornadas espirituales, formativas, etc.
El lema del Colegio de San José del presente año (“Salimos como comunidad educativa, al encuentro de la vida, iluminados por la Palabra de Dios”) interpela seriamente nuestra fe y nos llama en estos tiempos difíciles, a ser testigos del amor misericordioso de Dios invitándonos, a ejemplo de Jesús y de María Santísima en la Visitación, a solidarizarnos con aquellos sectores más vulnerables de la sociedad.
En este sentido, la realidad sociocultural y socioeconómica nos imponen un nuevo desafío que consiste en el arte de saber escuchar los clamores, de observar con una nueva mirada contemplativa y misericordiosa y de atender todas aquellas situaciones dolorosas que emergen de la coyuntura actual, colaborando siempre en la medida de nuestras posibilidades.
Ante esta compleja realidad somos llamados a una profunda reflexión sobre el valor de la vida, la familia y la caridad, a la luz de la Palabra de Dios y del carisma betharramita. Que el glorioso San José bendiga siempre a nuestro querido Colegio de San José. ¡Adelante, siempre adelante!