La mejor recompensa es salvar una vida

Carlos Pfingst es médico cirujano, especialista en cirugía general y hepapancreatobiliar (hígado, páncreas, vesícula y vías biliares) y trasplante hepático.

En esta entrevista nos habla en detalle de su profesión, a la vez que brinda consejos tanto para el público en general como para los alumnos de la carrera de Medicina o interesados en cursarla.

¿Podría hablarnos de sus actividades profesionales?

El área a la que me dedico sería lo que corresponde a cavidad y pared abdominal, tanto urgencias (apendicitis, colecistitis, peritonitis, pancreatitis, colangitis, hernias atascadas/ estranguladas, entre otras) como programadas (litiasis vesicular, tumores hepáticos benignos o malignos, tumores de páncreas, hernias no complicadas, entre las más comunes) y al trasplante hepático, que actualmente no se realiza en el país.

Las mismas podemos abordarlas por vía laparotomía (con cortes anatómicos) o por vía laparoscópica (mínima invasión).

¿Cuáles son las patologías hepáticas en nuestro país?

Las patologías hepatobiliares son muy frecuentes en nuestro país, por ejemplo, la litiasis vesicular que es frecuente por la alta ingesta de comidas grasas (frituras, comidas muy elaboradas) y la baja ingesta de frutas y verduras, obesidad y sedentarismo.

Convengamos que la presencia de litiasis (piedra) en la vesícula es precursora de patologías más graves como la colangitis o pancreatitis que son de mayor mortalidad y, peor aún, del cáncer de vesícula, patología con tasas muy bajas de supervivencia postoperatoria. Por ello es importante el chequeo anual no solo de análisis de sangre sino también de imágenes.

Seguida a ellas las patologías de pared abdominal (hernias) que pueden ubicarse en la línea media (epigástricas), umbilicales, inguinales o crurales, las más frecuentes, que deben ser tratadas, ya que el riesgo de estas conlleva mucha morbimortalidad – por ejemplo, una hernia puede atascarse o estrangularse y dependiendo de eso puede haber resección de intestino o no —. Por ello también importante realizar las consultas y solicitar los estudios de imágenes correspondientes.

Lastimosamente, desde hace unos años no podemos hacer trasplantes de hígado en el país. Pero aun así que se inscriban a la lista nacional de donantes en la INAT – MSP y BS. Muchas vidas pueden salvarse gracias a ese acto tan humano.

Consejos que desee compartir, sobre esta profesión

Ser dedicados, entregados, responsables, involucrados, ya que, al dedicarnos a la medicina, nuestra vida deja de ser “nuestra”, el paciente depende de nuestras manos, de nuestro conocimiento, nuestras habilidades, nuestra experiencia, de nuestro compromiso, y no podemos fallar así al juramento hipocrático.
El colegio en ese sentido siempre nos da ese “plus”, de siempre ser en primer lugar solidarios con el prójimo, inculcarnos en ser siempre los mejores en todos los ámbitos, como así también a no rendirnos tan fácil con todo aquello que nos gusta que nos llena.

Sean siempre los más interesados en las clases, los más participativos. Es la manera más linda y fácil de aprender esta hermosa profesión, acuérdense que son vidas humanas en juego, un error puede ser fatal.

Y más que eso, estar preparados para estudiar no solo 6 años de carrera, más 3 (mínimo) de residencia para obtener la especialidad, sino que estar preparados para toda una vida de estudio y lectura, ya que la medicina avanza y no espera.

Y si pueden dedicar un tiempo a la docencia mejor aún, puesto que enseñar nos exige estudiar y además es una excelente estrategia de aprendizaje.

¿Algo adicional que quiera contar o dar a conocer?

Primero, saber que esta carrera no es de velocidad, sino de resistencia. No siempre los primeros en llegar son los mejores. No entrar en desesperación o mucho menos en depresión porque las cosas no salen como planeamos; estar preparados para sufrir alteraciones en la vida, desde las horas de sueño, hasta hábitos alimentarios, y de familia.

Nunca dejen de hacer algún tipo de ejercicio físico, ya que lo que no gastamos en ejercicio, destroza a la cabeza. Y siempre tener a Dios como norte.

Tampoco esperen una recompensa monetaria rápida, fácil, ni mucho menos cuantiosa. Todo se da a su tiempo. Van a darse cuenta, que la mejor paga, la que reconforta es haber podido salvar una vida. Es obvio que nadie trabaja gratis, pero todo llega a su tiempo.

Les diría a todos aquellos que quieran ser médicos o que estén cursando ya la carrera, que den todo de sí, que el Fiat Voluntas Dei sea nuestro día a día, durante la carrera y con más razón ejerciendo la profesión, ya que eso va a beneficiar a nuestros prójimos.

Nadie elige la enfermedad, y vivirán lo placentero que es después de dar todo lo mejor, escuchar el “gracias doctor” cuando van de alta.

Que se hagan los controles anuales, más aún las personas con antecedentes familiares de patologías neoplásicas (cáncer) y que acudan al médico de cabecera, para así dar solución temprana a las enfermedades y no tener que lamentar nada.

Inscribirse a la lista de donantes de órganos (https://www.mspbs.gov.py/inat), no saben lo maravilloso que es ver a personas trasplantadas “volver” a la vida.

Y nunca dejar de lado el espíritu sanjosiano, basado en el FVD – ATA que siempre nos caracteriza en cualquier lugar donde nos desenvolvamos.