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Entrevista a José Brunetti, exalumno de la promoción 1958 y a su esposa Ofelia Brunetti
José y Ofelia Brunetti tuvieron a su cargo la presidencia de la APAC a finales de los 80, un periodo sumamente importante para el país y para la vida institucional del colegio san José. la gestión de ambos al frente dejó numerosos logros, muchos de los cuales siguen vigentes.
La pareja de José y Ofelia Brunetti tiene tres hijos varones: Juan Manuel, Daniel y José Franco, todos alumnos del San José, mientras que María Belén, la hija mayor, fue a Las Teresas.
“Siempre en nuestra familia existió la tradición sanjosiana”, dice José, “Ofelia, por su parte, desde que nació prácticamente formó parte de Las Teresas, y de hecho su padre participó en la construcción de la capilla”.
Considerando las edades de sus hijos, si se hacen algunos cálculos, resulta que el matrimonio actuó como “padres de alumnos” durante, aproximadamente, 38 años.
Llegada a la presidencia
La historia de cómo el matrimonio llegó a ocupar la presidencia de la APAC es bastante curiosa, puesto que José y Ofelia se enteraron de que habían sido propuestos para el cargo durante la asamblea para la elección de los nuevos representantes de la asociación. Cuentan que, sin que ellos se enteraran, se había realizado una campaña a favor de la pareja, mientras la misma estuvo fuera de la ciudad durante una Semana Santa.
Cuenta Ofelia que, al llegar a la Asamblea, se sentó junto a una mujer que no conocía y que, aparentemente, esta tampoco la conocía a ella, pues cuando le preguntó si sabía quiénes serían propuestos para la presidencia, la mujer le dijo: “sí, la dupla Brunetti-Marcos”.
Trabajo en equipo
Tras la sorpresa inicial, el matrimonio aceptó la propuesta y se puso a trabajar. Lo primero que el señor Brunetti hizo fue reunir a toda la Comisión Directiva y explicarles que no deseaban trabajar solos, sino que buscaban armar un equipo. “José Antonio Galeano fue un gran apoyo, debido a toda la experiencia que tenía como vicepresidente del periodo anterior. También se sumó Ramírez Zambonini, actual miembro del Tribunal Superior de Justicia Electoral, también Antonio J. Vierci, entre otros. La esposa del Dr. Alberto Ramírez, Silvia, y otras madres prácticamente vivían por y para la APAC. Siempre digo que si en algo se progresó en ese momento, no fue gracias a los presidentes, sino al equipo de personas que nos acompañaron”.
Lineamientos y estrategias
“yo fui bancario toda mi vida, así que comencé a trabajar en la planificación y la programación de todo lo que íbamos a hacer. En aquel momento me asusté un poco, puesto que estaba siendo un año muy difícil, todavía estábamos bajo el régimen de Stroessner y yo ocupaba un puesto muy importante en un banco, por lo que tenía muy poco tiempo”, cuenta el entrevistado.
La primera tarea fue descubrir con qué se contaba y qué es lo que se estaba recibiendo. En esos momentos, la APAC apenas contaba con una máquina de escribir bastante antigua, y un mimeógrafo que era de 1916, de los primeros que salieron. Lo segundo, fue revisar la situación de la tesorería. Rápidamente, notaron que lo que la APAC debía hacer era recaudar fondos, tanto para pagar a proveedores como para reinvertir en infraestructura o materiales que fueran útiles para el trabajo de la asociación.
Ante dicha situación, José comentó el plan que se diseñó: “nosotros habíamos tenido una experiencia muy grata siendo vicepresidentes de la Asociación de Padres de Las Teresas. Allí, con la ayuda de gente como Tati Zubizarreta, hicimos un trabajo de recaudación de fondos; planteamos que debíamos hacer lo mismo con la Asociación del San José”.
Las primeras actividades
Considerando lo anterior, lo primero que hizo la directiva de la APAC fue organizar un torneo de volley, el cual, en primer lugar, fue útil para juntar dinero y, en segundo lugar, más adelante demostró que fue una buena idea para que los padres se conocieran y trabajaran mejor juntos.
Durante la organización del torneo, se realizaron muchas reuniones, se sugirieron distintas ideas y se conversó con padres de distintas promociones que contaran con casas comerciales que pudieran auspiciar el evento.
“A los distintos delegados les pedimos que donen unos cuantos kilos de carne, ensalada y otros elementos para poder ayudar de esa forma, y el torneo se realizó en el Deportivo San José con más de 50 equipos que participaron. Los Amarilla-Canilla – con quienes hablamos inicialmente para sacar adelante esta actividad – armaron un equipo de trabajo realmente maravilloso y gracias a ellos todo lo pudimos sacar adelante”, cuenta Brunetti. El resultado fue más que satisfactorio: se recaudó cerca de 40 millones de guaraníes, una suma importante, más importante aún si se considera la época en la que se obtuvo tal monto.
Con las ganancias se cubrieron algunas cuentas pendientes de la asociación, se compró una nueva máquina de escribir y una fotocopiadora – importantes adquisiciones para el envío de avisos y comunicaciones, de manera más eficaz -, y también mobiliario para un local propio. La diferencia se utilizó para organizar distintos eventos culturales.
El local propio
La APAC, por aquellos años se reunía en aulas que estuvieran desocupadas. Por tanto, se encontraba en la búsqueda de un lugar propio para poder reunirse y funcionar, sobre el tema José cuenta: “hablamos en ese momento con el sacerdote director para pedirle que nos ceda un aula vieja que había sido utilizada por la sección de preprimaria y que hasta entonces funcionaba como depósito. Tras el permiso correspondiente, lo equipamos con muebles nuevos, recién adquiridos”
Las reuniones
Luego de largas jornadas laborales y distintas responsabilidades personales, no resulta muy grato reunirse al final del día, hasta altas horas de la noche. Los Brunetti-Marcos, que entendían esto, declararon que las reuniones de padres, que se realizarían quincenalmente, empezarían puntualmente a las 19:30hs. y, también puntualmente, terminaría a las 21:00hs., incluso si aún quedaban temas pendientes. Los mismos se discutirían en la siguiente reunión.
Sin embargo, luego de despedir a los padres participantes del encuentro, seis o siete matrimonios salían a cenar juntos, llevando con ellos al P. Gogorza, director en aquel tiempo. De esta manera, podían contarle los temas tratados y hacer partícipe a la dirección del colegio de los trabajos desarrollados por la APAC. “Nosotros dejamos en claro que íbamos a ser un brazo de ayuda a la dirección del colegio”.
Otras tareas
Entre las iniciativas más importantes de aquel periodo, también hay que mencionar la reprogramación de la cuota social: se incluyó en la matrícula de los alumnos un monto determinado, con el cual se planificaron y cubrieron los gastos de la asociación. También le tocó a la APAC mediar con otros colegios, ya que las fiestas que organizaban los alumnos se promovían con murales o carteles en las calles, lo cual algunas veces llegó a promover ciertos “encontronazos” entre estudiantes de diferentes instituciones. Gracias a la mediación, cada colegio contó con sus respectivos espacios para los anuncios de sus actividades, y las peleas acabaron.
El legado
José Brunetti, al rememorar el periodo junto a su esposa al frente de la APAC, reflexionó sobre lo que su gestión dejó: “nuestro principal legado creo que fue el conocimiento de los padres entre sí, y eso es algo muy difícil. Creamos ese torneo de volley entre padres y gracias a esto los mismos terminaron haciendo deportes una vez por semana, y llevaban a sus hijos de paso, haciendo que todos se conozcan entre todos”. Su esposa, Ofelia, termina diciendo que: “todo ese tiempo fue gratificante: los conocimientos, las amistades, los torneos, que todavía siguen, pequeñas cosas que todavía continúan y que se lograron en aquella época”.