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A finales del año pasado, falleció el Padre Jacinto Emiliano Jara. Finalizó así su vida abnegada al servicio de la Jglesia y, en concreto, del amado colegio San José.
El P. Jara nació el 11 de setiembre de 1948, en Limpio,y falleció el año pasado, el 21 de diciembre. Fue ordenado sacerdote por el Mons. Claudio Silvero, y enviado al colegio San José de Buenos Aires, donde comenzaría su ministerio sacerdotal y un amplio apostolado con la juventud.
Un gran afán apostólico
Según lo cuentan otros sacerdotes y personas que convivieron con él – y lo reafirmamos quienes lo conocimos –, vivió con abnegación y alegría su vocación sacerdotal. Disfrutaba acompañando retiros espirituales, misiones, clases de religión, transmitiendo el amor al Sagrado Corazón de Jesús y de Su Madre, nuestra Señora de Betharram.
Cada misa la celebraba con una respetuosa y piadosa actitud, sin prisas, conciente del milagro que ocurría. Escuchaba con paciencia y aconsejaba con prudencia, dejando que fuera el Espíritu Santo el que dirigiera a las almas. Los últimos días de su vida, antes de enfermar, los pasó confesando a tantas personas que, luego de meses de cuarentena y pandemia sin poder acudir a los sacramentos, estaban deseosas de reencontrarse con Cristo y de recibir la Reconciliación.
En sus últimos años, ayudó en el colegio, en la parroquia y también sirvió como capellán de las Hermanas Teresianas.
Fiat Voluntas Dei
El P. Jara fue fundador del Grupo FVD, y luego permaneció como asesor del movimiento por muchos años. Dícese que esta iniciativa surgió durante una noche de oración y reflexión con jóvenes, en la famosa Torre del colegio. En aquel entonces, era director pastoral del colegio.
Dedicó gran parte de su ministerio a la formación de religiosos y laicos en los Colegios San José de Asunción, Apostólico y de Ciudad del Este, además de su servicio en las parroquias de la congregación.