Antonio Cubilla, exalumno de la promoción 1960, ha dejado una huella imborrable en el campo de la medicina.
En esta entrevista, nos sumergimos en su trayectoria profesional, sus logros más destacados y su reciente nombramiento como asesor científico del presidente de Paraguay, revelando su incansable compromiso con el avance científico y el bienestar de la comunidad.
Comencemos hablando un poco sobre sus inicios, ¿qué lo llevó a adentrarse en el mundo de la medicina y la ciencia?
Durante mi formación académica, luego del gran impacto formativo que fue la experiencia en la Academia Literaria del Colegio San José, tuve la oportunidad de explorar diferentes áreas y fue entonces cuando descubrí mi verdadera vocación por la patología y la investigación científica.
¿Podría contarnos un poco más sobre su trayectoria profesional y académica hasta el momento?
Me gradué de la Facultad de Ciencias Médicas en 1968 y posteriormente amplié mis estudios de patología en Estados Unidos, en instituciones como el Memorial Sloan Kettering Cancer Center en Nueva York, asociado a la Universidad de Cornell. Durante esa época, adquirí habilidades en el diagnóstico del cáncer y realicé investigaciones sobre diversas patologías, especialmente focalizando en los cánceres de mamas y páncreas.
Al regresar a Paraguay, ocupé cargos en el Instituto del Cáncer y la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Asunción, donde ejercí como jefe de cátedra hasta mi retiro como Profesor Emérito.
Su trayectoria ejemplifica cómo el impulso por comprender y combatir las enfermedades puede conducir a descubrimientos transformadores y a un legado perdurable en la medicina.
Su contribución al campo de la patología y la investigación es realmente impresionante. ¿Nos menciona algunos de los logros más destacados de su carrera?
Creo haber contribuido a mejorar el conocimiento de la patología del cáncer peneal, muy frecuente en el Paraguay, y especialmente su relación con el virus del papiloma humano (VPH) cuyos genotipos hemos descrito.
Esta información es necesaria para la formulación de las nuevas vacunas contra este virus y así contribuir a la disminución o eliminación eventual de estos tumores.
Fundé el Instituto de Patología e Investigación en 2001, donde continué investigando y colaborando con colegas nacionales e internacionales en la publicación de trabajos relacionados con esta enfermedad. Me dicen mis colegas que algunas de nuestras investigaciones han tenido cierta repercusión local e internacional.
Recientemente, ha sido designado como asesor científico del presidente de Paraguay, ¿podría hablarnos un poco más sobre esta nueva responsabilidad y qué significa para usted?
Sí, es un nuevo capítulo en mi carrera, una designación que considero un honor y una oportunidad para contribuir al desarrollo científico y tecnológico del país. A veces se confunde mi nuevo trabajo como el de una oficina de empleos o de financiación de proyectos
Finalmente, ¿cuáles son sus planes y proyectos futuros en el ámbito científico?
Actualmente, mi enfoque principal sigue siendo la investigación científica y el diagnóstico patológico del cáncer.
Continuaré trabajando en el Instituto de Patología e Investigación, así como colaborando con colegas tanto en Paraguay como en el extranjero en proyectos relacionados con el cáncer peneano y otras enfermedades.
Tenemos un equipo de colaboradores nacionales e internacionales, la mayoría mis exalumnos sin los que no podría haber avanzado Me interesa de manera especial la formación de jóvenes investigadores, que en realidad son quienes hacen lo principal de nuestros trabajos.
Mensaje final
Ha sido un placer para mí y estoy agradecido por la oportunidad de compartir mi historia y mis objetivos con ustedes.