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Entrevista a Dalma Ferreira, ex alumna de la promoción 2010
Más que limitarse a leer capítulos de vida ajenas, Dalma Ferreira se animó a escribir un nuevo pasaje en la historia de la academia literaria, siendo la primera mujer en asumir la presidencia de un estamento centenario y prestigioso. En esta entrevista nos relata los principales hitos durante su gestión, aquellos de los cuales hasta hoy día la llenan de alegría y orgullo.
¿De dónde proviene su pasión por la literatura?
De las aulas. Desde chiquitita en los recreos me encontrabas en la biblioteca eligiendo libros para llevarlos a casa. Siempre fue un deleite leer, y al pasar a la secundaria conocí este estamento tan hermoso que es la Academia, y desde el primer viernes de aquel año ya estuve sentada entre los oyentes de esa primera sesión. El presidente en ese año era Alejandro Hamuy, y me impactó la altura, seriedad e interés con la que todos los miembros de la Academia Literaria encaraban cada obra, cada declamación, cada debate. Desde ese día los viernes de Academia se volvieron una pasión.
¿Cómo se dio su llegada a la presidencia de la Academia Literaria?
Fui la única académica de mi promoción, lo cual me habilitaba a ejercer la presidencia en mi último año de colegio, en el 2010.
¿Cómo se encontraba la Academia Literaria al momento de asumir usted como presidente?
Había cierta resistencia a la idea de que una mujer llegue a la presidencia luego de 99 años de presencia masculina, sin embargo, pudimos llevar adelante, junto a la mesa directiva, todas las ideas que teníamos pensadas para ese año, con el apoyo y respaldo de la asesora, la Prof. Graciela Fanego de Bianchi.
¿Había algo que deseaba cambiar?
Deseaba que se acorte un poco la brecha entre alumnos y exalumnos miembros de la Academia Literaria, que podamos interactuar y conocer las obras de los más grandes, que como nosotros, tuvieron el privilegio de pasar por la Academia.
Me llena de alegría saber que después de mí, vinieron varias mujeres fuertes y decididas que también dejaron su huella.
Nos centramos en llamar la atención de más alumnos, de modo a que ese tesoro tan preciado del saber, del pensamiento crítico y la cultura llegue a más alumnos, y sean partícipes de esa experiencia maravillosa que nos brindaba la academia.
¿Qué representó el hecho de ser la primera mujer presidente de la Academia?
Fue un orgullo inmenso y también todo un desafío tomar las riendas de un estamento tan representativo como es la academia. Me llena de alegría saber que después de mí, vinieron varias mujeres fuertes y decididas que también dejaron su huella y que por sobre todo, hacen la diferencia en el lugar en el que se desenvuelven.
¿Alguna anécdota que quiera comentar?
En el año 2010 vimos la necesidad de volver a las sesiones conjuntas con exalumnos, para lo cual llamamos a varios de ellos y nos sorprendimos al darnos cuenta que todos estaban deseosos de participar de la sesión y presentar de nuevo sus obras como lo hacían en su época. Aquella sesión fue una experiencia muy enriquecedora ya que se presentaron obras de alumnos y exalumnos de distintas promociones a los que unía la misma pasión y amor por este estamento.
¿Cuál cree que fue su principal legado en la Academia Literaria?
La sesión conjunta y el festejo de los 99 años de la Academia Literaria con la participación de grandes exponentes de la literatura paraguaya como Juan Manuel Marcos, fueron los logros más importantes de nuestra gestión. Uno de los recuerdos más lindos que llevo de la celebración de los 99 años fue que el paseo de las palmeras se llenó de gente, tanto padres de alumnos como académicos.
La Academia Literaria formó y sigue formando a grandes exponentes de nuestra cultura
¿Qué nos puede decir acerca de la actualidad de la Academia Literaria?
Fui invitada de honor en la sesión de apertura el año pasado y vi que en el pecho de esos jóvenes arde el deseo de un nuevo Paraguay, de conquistar al Paraguay por medio de la cultura como nos pedía el Padre César Alonso.
¿Algún mensaje para los chicos que estén interesados en formar parte de la Academia?
La Academia Literaria formó y sigue formando a grandes exponentes de nuestra cultura, los alumnos tienen la valiosísima oportunidad de pertenecer a esa élite de intelectuales que forma la academia, ¡deben aprovecharlo!.