Compartir
Entrevista a Luciana Boccia, exalumna de la promoción 2018, Iván Omella, alumno de la promoción 2019, y Gonzalo Ocampos, alumno de la promoción 2020.
El movimiento expedicionario Padre César Alonso De Las Heras siempre se caracterizó por la formación de líderes así como la enseñanza de valores y habilidades útiles para toda clase de áreas. En esta ocasión, Gonzalo Ocampos, Luciana Boccia e Iván Omella, participantes experimentados del movimiento, relatan sus experiencias en este así como su importancia dentro del colegio.
LUCIANA BOCCIA
Entré en el movimiento en 2013, estando en séptimo grado, y lo que llamó mi atención es la manera que tiene de crear amistades duraderas y formar líderes con valores consolidados, además de conectarte con la naturaleza y la realidad del Paraguay.
Las características principales de la dirigencia en mi opinión son saber trabajar en grupo y delegar a los niños de séptimo grado como a tus compañeros de curso y a tu Equipo de Apoyo.
El MEPCAH beneficia bastante, porque compartís y aprendés a lidiar con diferentes opiniones y puntos de vista con el fin de buscar un bien común para el movimiento.
Las actividades que realizamos son las principales forjadoras de los próximos líderes, cada día es un nuevo desafío y la manera en la que los estudiantes lo afrontan es lo que marcará la diferencia en el futuro.
El movimiento para mí es uno de los mejores recuerdos que me llevo del colegio, me formó como persona en muchos aspectos, así como una líder positiva.
Creo que como toda organización tiene sus defectos, pero lo más importante es que se busca mejorar cada campamento para seguir formando personas que amen al Paraguay y al San José.
IVÁN OMELLA
Yo me incorporé en el 2013 cuando estando en sexto grado acompañé a mi hermana mayor a uno de estos campamentos sin saber nada del movimiento. Desde ese momento me enamoré del MEPCAH y quise dedicarle mi 100%. Lo que más me atrajo fueron los valores y la unidad que transmite, el hecho de que todos somos una familia.
Creo que lo que nos hace más idóneos para la dirigencia es el amor que le tenemos al movimiento y las ganas de dar el 100%. El MEPCAH beneficia en el hecho de que la responsabilidad no cae toda sobre una persona, sino sobre un equipo, ya que las decisiones son consensuadas, ninguna decisión es tomada en solitario.
«Creo que lo que nos hace más idóneos para la dirigencia es el amor que le tenemos al movimiento»
GONZALO OCAMPOS
Todo empezó en el año 2015, en los primeros días de clase. Un día entraron a mi clase un grupo de alumnos mayores que no conocía para presentar el primer campamento del año, que se realizaría en Colonia Independencia para despues ir al Salto Cristal.
Una vez presentado el aviso preguntaron quién quería una copia del aviso sobre el mismo, yo y otro compañero pedimos uno. En abril salimos directo al campamento y desde ese momento hasta hoy he estado muy involucrado con el MEPCAH.
Cuando me presentaron el aviso me sorprendió la cantidad de actividades que ofrecía el MEPCAH, tales como juegos, expediciones, etc. Así también el nivel de fraternidad que se vivía me gustó, yo pienso que las experiencias que uno vive en el movimiento te hacen más capaz de dirigirlo.
En el MEPCAH siempre se fomenta el liderazgo gracias a las actividades que tenemos como, por ejemplo: al principio uno empieza como acampado, luego de tener un tiempo de una destacada participación se sube al puesto de sublíder, siendo como una mano derecha del líder que dirige al grupo. Luego asciende a líder, teniendo a su cargo un promedio de diez acampados a los que debe cuidar en el transcurso del campamento, para luego subir al Equipo de Apoyo, en donde comienza a planear el campamento.