Entrevista a Joaquín Amarrilla Callizo, exalumno de la promoción de 1974
Joaquín Amarilla Callizo, mejor conocido como “Paco” Amarilla, vio el nacimiento del rugby en el colegio san José, que posteriormente se transformaría en el Club San José Rugby. Su dedicación al deporte lo llevó, más adelante y hasta los 31 años, a ser parte de la selección paraguaya. Hoy día, a sus 63 años, continúa participando en las convocatorias que se realizan. En esta oportunidad nos cuenta cómo se dio el paso de un deporte de colegio a la conformación de uno de los clubes de rugby más importantes del país.
Soy de la primera promoción de rugby del Colegio San José. Los jugadores más viejos, los de la primera camada, nos llamamos los “Old Dogs”.
En el año 1971 entró un señor llamado Dick Carlstein a las aulas del colegio, junto al P. Cano. Preguntó quién quería jugar rugby, y yo, que en ese momento estaba en tercer curso (actual noveno grado), me sumé al primer entrenamiento El señor Carlstein era un ingeniero agrónomo argentino que fundó el Curda y luego fue al San José a formar al primer equipo del colegio. Esto fue antes de la formación del club San José Rugby.
En Paraguay, en ese momento (1971), solo existían dos equipos de rugby. Eran el de la Asunción, el más antiguo, y el Curda, que estaba en formación como club universitario. De hecho, muchos jugadores del Curda fueron alumnos del colegio San José, que a falta de un club propio fueron a jugar a este.
Ese mismo año, integrantes de varios cursos del colegio, fuimos a Buenos Aires de gira, para jugar contra Manuel Belgano, contra el San José de Buenos Aires y contra el San Andrés. El San Andrés era un colegio de ascendencia inglesa, nos quedamos impresionados por sus instalaciones y la filosofía, dentro de la cual el rugby era un aspecto importante en la educación.
Al año siguiente, estos equipos llegaron a Paraguay a jugar contra nosotros. El partido se realizó en la quinta. Fue parte de los inicios.
Los entrenamientos eran de categoría de cuarta, más adelante iríamos a primera. Los comienzos fueron muy duros. En los partidos perdíamos, y por muchos tantos. Recién fue en 1981 cuando salimos campeones. Hoy día, la diferencia es increíble. Los que comenzamos apenas podemos creer lo que vemos.
Los sacerdotes no miraban con buenos ojos al rugby, en un comienzo. Esto fue así porque el deporte tradicional del colegio era el básquet, y el rugby “robaba” demasiados jugadores. El rugby prendió muy rápido y convocó a mucha gente, que se sentía identificada con su filosofía y con el compañerismo que generaba.
La quinta fue un lugar importante donde jugamos partidos, incluso uno de ellos contra la selección de Sudáfrica, también partidos internacionales de la selección paraguaya. Pero, a razón del recelo de los curas, no era fácil contar siempre con la cancha para el entrenamiento. Por este motivo, éramos nómadas. Recién tuvimos cancha asegurada cuando alquilamos el predio donde actualmente está el Shopping Pinedo. Antes de eso, también jugábamos en Surubi’i en una cancha que nos había prestado Zucolillo.
Como dije, del colegio surgían muchos jugadores. Esto se debe a que el básquet, que era el deporte tradicional del colegio, solo admite cinco jugadores, mientras que en el rugby los equipos contienen más gente. otro factor que posibilitó el crecimiento en números fue que, fuera del deporte, no existían muchas otras actividades. y, también, algo importante para atraer a las personas fue la filosofía del rugby y el hecho de que este no ocurre solo en la cancha, sino en los entrenamientos, en el tercer tiempo, etc. Esto invitaba a forjar muchas amistades y fortalecer el compañerismo.
El rugby es uno de los pocos deportes que es para todos. Es inclusivo en todos los aspectos, hay puestos para cada tipo de físico o personalidad. Se promulga el compañerismo y la ayuda entre todos, la colaboración.
Un ejemplo de compañerismo: cuando en el 71 fui a Buenos Aires a jugar contra Manuel Belgrano, conocí a un jugador, Marcelo Conde Grand, el cual al año siguiente vino a Paraguay para un partido. Hasta hoy día es mi amigo.
Fue recién cuando la promoción 76 se recibió del colegio cuando hubo suficiente volumen de jugadores para formar el club San José. yo, que jugaba en el Curda, fui a integrar este nuevo club.
La filosofía del rugby se usa en muchos aspectos. Está muy involucrada en lo empresarial. Existen psicólogos que adaptan los principios de este deporte para impulsar a ciertas empresas.
Creo que el rugby ha crecido en números, pero falta el impulso de parte del Estado. Contamos con muchas limitaciones, la difusión del deporte en el país aún no es suficiente para alcanzar a otros países. Países vecinos cuentan con presupuestos y políticas mucho más significativos en comparación a los que tenemos nosotros.
Me gustaría que el colegio San José, en su aspecto deportivo, preserve el espíritu que existía en mi época. teníamos jornadas deportivas increíbles, que creo que el colegio debería volver a impulsar. Si bien hoy día existen los intercolegiales, son eventos aislados, sin una competencia general, única y nacional.
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