Educar es ayudar y acompañar

Entrevista a Lourdes Velázquez, Docente de la Institución

Lourdes Velázquez es profesora guía del 7° grado, un curso sumamente importante para los alumnos que comienzan su recorrido en la secundaria. A un momento que, de por sí, trae grandes cambios académicos, sociales, físicos, emocionales, se ha superpuesto un año con sus propios desafíos y dificultades.

Al respecto, la profesora Velázquez presenta algunos consejos y recomendaciones para acompañar a los chicos en esta etapa.

¿CUÁNTO TIEMPO LLEVA EN EL COLEGIO?

Hace 16 años que estoy en el colegio San José. Empecé en el año 2004, como profesora del cuarto grado, un grado muy especial y significativo para los alumnos por ser el año donde se preparan para recibir la Primera Confesión y Primera Comunión. Trabajé muy de cerca con los encargados de la pastoral, el P. Antonio Cano y la profesora Mirian Estigarribia. Luego estuve en el sexto grado, quinto grado y tercer grado.

Hace cuatro años que estoy trabajando en la secundaria como profesora guía del séptimo grado.

¿CUÁLES SON LAS PRINCIPALES PREOCUPACIONES DEL DOCENTE A LA HORA DE AYUDAR A LOS ALUMNOS A “INSERTARSE” A LA SECUNDARIA?

El paso de nuestros alumnos de la escuela primaria a la secundaria, “al patio grande”, es uno de los acontecimientos más importantes en la vida de ellos y de sus familias. Este paso al “patio de los más grandes” es mucho más que un simple cambio de aula, de profesores, de asignaturas, de modos de evaluar o métodos de enseñanza. Es un momento de fuertes cambios, no sólo a nivel académico, sino también en los planos físico, emocional, social y cognitivo. Los adolescentes experimentan un gran cambio en sus vidas. Supone, por tanto, un tiempo difícil y complejo para ellos, para sus padres y sus profesores.

El profesor que trabaja con un grupo de alumnos en esta etapa debe tener las herramientas pedagógicas y psicológicas necesarias para ayudarlos a enfrentar ciertos temores que pueden generar mucha ansiedad, basados siempre en el ideario betharramita del “aquí estoy”. Algunos de los miedos o temores de los alumnos pueden ser: temor a no poder sobrellevar la situación de ser los niños grandes de primaria a los más pequeños nuevamente; miedo a las burlas o comentarios de los compañeros de cursos superiores o de los propios compañeros; inseguridad por el año escolar, no desean fracasar en sus estudios o defraudar a sus padres, etc.

Durante el periodo de adaptación a la secundaria, los profesores se enfocan (más que preocuparse) en ir insertando al alumno en un nuevo esquema de trabajo. De esa manera se incluyen los siguientes aspectos dentro de las clases, para servir de guía en este nuevo caminar:

• Adaptar las metodologías durante los primeros meses del nuevo curso para facilitar los aprendizajes por parte de los alumnos.
• Incrementar la acción tutorial y de seguimiento individualizado; sobre todo en los alumnos que presenten alguna dificultad.
• Introducir gradualmente las formas de trabajar y las rutinas nuevas.
• Establecer una buena comunicación con las familias a lo largo de todo el curso para facilitar dicho proceso de adaptación.

RESPECTO A LO ANTERIOR, ¿CÓMO FOMENTAR LA AUTOGESTIÓN Y LA RESPONSABILIDAD?

Educar es ayudar y acompañar a los alumnos a que sean independientes, autónomos y adquieran las habilidades necesarias para la toma de sus propias decisiones y puedan valerse por sí mismos. La educación de los alumnos es una responsabilidad en conjunto con la familia; ambos agentes deben trabajar en sintonía y cooperación, enfocados en el objetivo central: el niño, adolescente o joven.

La educación es un proceso muy largo, que comienza en las familias y luego, se entrelaza en el colegio. Desde que empiezan en “La escuelita” hasta que llegan a el “Patio Grande” del colegio, los alumnos necesitan de ambos agentes para su buen desarrollo personal. En este sentido, en el colegio contamos con un mismo hilo conductor que permea todo nuestro quehacer educativo, basado en el respeto, responsabilidad y excelencia académica.

Además, contamos con espacios de aprendizaje significativo. Estos espacios de aprendizaje significativo son estamentos que apoyan la formación del alumno en cuanto a la responsabilidad y autogestión. Los diversos estamentos son: las academias (Historia, Filosofía, Literatura, Teatro, etc.), campamentos (MEPCAH, Formación de Líderes, por grado, etc.,), Centro de Estudiantes con sus estamentos, Competencias deportivas, intercolegiales, entre otros. También se fomenta la responsabilidad social a través de Acción Católica, ayuda a los alumnos del colegio San Miguel (autogestión de cada sección desde el 7mo grado), campañas como DENIDE, Un Techo para mi país, Operación sonrisas, TELETÓN, colectas de la Iglesia Católica, etc.) y otras muchas experiencias más.

El paso de nuestros alumnos de la escuela primaria a la secundaria,“al patio grande”, es uno de los acontecimientos más importantes en la vida de ellos y de sus familias»

¿Y CÓMO SE VIVE ESTO, EN LAS CIRCUNSTANCIAS ACTUALES?

Las circunstancias actuales, debido a la cuarentena, suponen un cambio total de paradigmas debido a la implementación de medidas preventivas de aislamiento social, establecidas con el propósito de contrarrestar los efectos del virus. En estos tiempos de cuarentena, la salud mental, emocional y física de nuestros alumnos ha sido una de las preocupaciones de los profesores.

Nuestros alumnos del séptimo grado estaban en el proceso de adaptación a esta etapa del proceso educativo y, de repente, descubrieron más que nunca los entresijos de “tele-estudiar” debido a la cuarentena. Los profesores ya no estaban presentes para indicarles horarios y deberes a diario y de forma presencial. Ya no se estudiaba en el aula con los compañeros, sino en casa. Los desafíos eran más grandes.

Es en los momentos de crisis donde los profesores sabemos que el ser humano tiene un potencial de adaptación inagotable, y nuestros alumnos nos sorprendieron con su capacidad de esfuerzo y superación cada día. La clave reside en saber ver las oportunidades de crecimiento y las herramientas de las que disponemos para ayudar a nuestros alumnos a realizarse diariamente, aún en estas circunstancias. Luego de las primeras semanas de inestabilidad virtuales, podemos decir “Adelante, siempre adelante, hasta alcanzar las estrellas”.

¿QUÉ PUEDE HACER EL DOCENTE Y LA FAMILIA PARA APOYAR AL ALUMNO EN ESTO?

Educar es una de las tareas más emocionantes del ser humano y que trae más satisfacciones en todos los niveles, aún con todo el trabajo que supone estar detrás de las pantallas, en actualidad. En palabras del Papa Francisco: “educar es ir escuchando, creando y celebrando la vida”. Educamos desde la pedagogía del encuentro y del amor, para seguir creciendo como sociedad. Esta cuarentena, esta crisis que estamos viviendo, nos debe ayudar a mirar hacia adelante, hacia una comunidad mundial más comprometida y responsable con cada uno de los que habitan este hermoso planeta, regalo de Dios.

Para ayudar a nuestros alumnos a seguir creciendo en esta situación de confinamiento en que vivimos desde hace unas semanas, es importante creer que puede ser una gran oportunidad para reinventarse y redescubrir nuevas formas de aprender. Algunas recomendaciones para que nuestros adolescentes estudien desde casa durante la cuarentena pueden ser:

• Seguir una rutina diaria, relativamente estructurada, pero también flexible.
• Descubrir la importancia del aprender de manera diferente, pero no menos importante.
• Consensuar con los adolescentes un plan de trabajo diario por materias, sin imposiciones. Es muy importante darles la posibilidad de la autogestión. Esto puede significar aciertos o errores en su actuar, pero estarán ejercitando su responsabilidad y le daremos la posibilidad de aprender por sí mismo.
• Crear con el adolescente un ambiente agradable para estudiar en casa, cuidando que esté bien ventilado, con muy buena iluminación y sin ruido. También debe contar con todos los materiales para realizar las clases y hacer las tareas.
• Tener unas rutinas adecuadas con respecto a los horarios de sueño.

¿ALGO QUÉ QUIERA AÑADIR?

El acompañamiento de la familia desde los primeros años es muy importante; acciones como conversar con ellos sobre las tareas o lo desarrollado en clase, mirar los cuadernos y libros, controlar los avisos, etc.

También, establecer una comunicación positiva, de confianza y ayuda entre profesores, padres y alumnos para desarrollar capacidades y actitudes como la empatía, la autoestima, el diálogo y la superación de situaciones adversas.