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De hobby a pasión con cuatro ruedas

Desde chico, Manuel Stark alimentó un interés que luego se tradujo en la “acumulación” – como él define – de una serie de autos antiguos y clásicos. Esta afición lo llevó a participar de distintos rallies y competencias en los que demostrar su destreza.

Esto luego le llevó a ocupar la presidencia del Club de Vehículos Antiguos del Paraguay, y actualmente a pertenecer a la junta directiva del Touring y Automóvil Club.

En esta entrevista nos cuenta más detalles de esta vía que le tocó recorrer y cómo otras personas atraídas por el mismo hobby pueden seguirlo.

¿Cuándo comienza su pasión por los autos antiguos y clásicos?

Me apasionan los autos en general y los autos antiguos y clásicos en particular. Desde siempre fueron los autos los que me atrajeron; en el fútbol nunca me fue muy bien y eso le consta a mi promoción (risas).

Mi deporte en el colegio y luego por unos años más fue siempre el rugby. Jugué por el San José ya desde el primer curso y por muchos años más, teniendo grandes entrenadores que nos enseñaron muchas cosas, no solo para el deporte sino para la vida misma.

¿Cómo inició la colección de autos antiguos?

En el tema autos antiguos y clásicos podemos decir que uno puede coleccionar autos, puede participar de exposiciones de autos, encuentros y competencias en varias modalidades.

No sé si puedo llamarme un coleccionador, pero capaz sí un acumulador de autos viejos. Así, estando en quinto curso del colegio, con mi hermano Óscar compramos nuestro primer auto clásico, un WV Karman Guía Alemán año 1962 de 1,200cc.

Con este auto también participé de mi primera competencia de regularidad, con mi compañero de colegio Juan Quevedo.

El auto lo compramos con Óscar por 80 mil guaraníes; cada uno puso 40 mil que habíamos ahorrado del recreo del colegio. Por su puesto, no se veía como en la foto; el auto no tenía ni un solo faro, sus asientos era más bien resortes, etc., etc., llevó años restaurarlo. Más aun con el pequeño presupuesto con que contábamos.

Luego de esa competencia pasaron muchos años antes de que vuelva a participar de una. En el año en que corrimos con Mborevi Fronherz el Gran Premio del Paraguay en un WV Safari nos divertimos y ganamos el premio Limón, o sea, el premio a mejores últimos.

A partir de ahí empecé a competir regularmente. Hoy por hoy, ya no muy regular, pero sigo compitiendo hasta la fecha.

Las competencias de las que hablo son rallies de regularidad, estas competencias no son de velocidad, sino que la hoja de ruta da una velocidad que uno debe mantener de un punto a otro y el que lo hace con mayor precisión es el ganador. Realmente las competencias son muy entretenidas y competitivas. Dentro de esto también fui varias veces a competir al Uruguay

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Competí con diversas marcas y tipos de autos hasta adquirí un Toyota 1000, ese auto se había hecho la réplica del primer ganador del rally del Chaco y una firma comercial en el año 2011 lo sorteó por los 40 años del Transchaco Rally. En el año 2015 yo lo compré y preparé para que sea mi auto de rally de regularidad.

¿Si alguien quiere iniciarse en esto, Cómo puede hacerlo?

Si hablamos de coleccionismo o como yo digo de acumular autos una vez que a uno le pica el bichito es difícil detenerse. Generalmente, uno va comprando los autos que le gustaron de chico, por que veía en la calle o en las competencias. O sobre los autos que uno escuchaba eran lo máximo.

Cuando éramos chicos, por ejemplo, le preguntábamos a mi papá “¿cuál es el mejor auto del mundo?”. Él nos decía el mejor es el Rolls Royce. Le preguntábamos por el segundo, “el Jaguar”. “¿Y el tercero?”, “el tercero es el Mercedes y – no sé cómo ya no nos daba una paliza – “¿el cuarto?”, “y el cuarto, el cuarto es el BMW”. Esto, por ejemplo, a mí me quedó grabado. Así, cuando tuve la oportunidad, compré un Rolls Roys y luego un Jaguar. También llegué a tener un Mercedes y un BMW, pero luego los vendí, así que tengo pendientes esas dos marcas.

Otra pregunta que le hacíamos a mi papá era “qué es un auto antiguo” y nos respondía que “son los autos de 1920, como los Ford A”. Es así como uno va acumulando autos viejos.

¿Algo que quiera contar?

Esta pasión también me llevó a la dirigencia deportiva y en el 2008 me convertí en presidente del Club de Vehículos Antiguos del Paraguay, presidencia que la ejercí hasta el año 2012. Posteriormente, ingresé a la junta directiva del Touring y Automóvil Club, de la cual soy miembro hasta la fecha.

¿Mensaje que quiera dejar?

El mensaje sería que es importante que uno tenga un hobby, una pasión, y que le dedique tiempo a eso. Es algo que nos distrae, algo que uno disfruta, que puede disfrutarlo con la familia y que puede disfrutarlo a todas las edades y hasta el final.

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