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Promoción 1991
Casi 30 años han pasado desde que la promoción de egresados del año 1991 cruzó el portón del colegio por última vez. Algunos de esos exalumnos hoy se han reunido a través de nuestras páginas para rememorar algunas de las anécdotas, experiencias y enseñanzas que acumularon durante su paso por las aulas.
Tengo el orgullo de haber sido alumno del San José como mi abuelo y mi padre, allí forjé una amistad muy sólida con mis compañeros.
Francisco Mojoli
Francisco Mojoli es el delegado de su promoción, la de 1991, en el grupo de whatsapp Promociones San José. Un grupo que reúne a delegados y delegadas de 60 promociones, (1959 a 2018). Francisco fue parte también de esta foto histórica.
Varios aspectos podemos destacar. En lo que respecta a la educación podemos citar a profesores como Juan Segovia de Ciencias Naturales, César Garay y Gabriel Benítez de Historia, Perla de Cornago y Gladycita Heisecke de Matemática. En lo que respecta al deporte teníamos la libertad de practicar todos los que queríamos y teniendo el talento podíamos integrar las diferentes selecciones con el apoyo incondicional de los padres que nos acompañaban, teniendo a Ignacio Gogorza como director de 1985 a 1990 y también a Antonio Cano.
Otra cosa que destaco es la unidad y el compañerismo que tuvimos siempre, siendo el colegio la segunda casa y una gran familia, y también los sandwiches de Julián, una muy buena persona que siempre nos cuidó y gracias a Dios hoy podemos recordar con él esos momentos inolvidables.
Una anécdota es que en 1991, durante la campaña para la elección a presidente del Centro de Estudiantes, en la primera semana de clases, ya desde el primer día el colegio amanecía con las banderas de las listas y los nombres de los candidatos con sus respectivos movimientos. Para tener una mejor posición de las banderas o pasacalles nos ingeniábamos para ingresar el fin de semana anterior y colocarlos.
Aparte de la enseñanza académica, el sacrificio, la constancia y la fortaleza deben permanecer siempre inalterables para alcanzar las metas y objetivos, utilizando estos valores en todas las actividades que emprendamos en nuestras vidas.
Tengo el orgullo de haber sido alumno del San José como mi abuelo, mi padre y actualmente mi hijo como cuarta generación. Allí forjé una amistad muy sólida con mis compañeros, que hoy son hermanos de vida, con quienes seguimos en contacto a través de los torneos de interpromociones, del tradicional lunes de los exalumnos y de las reuniones mensuales.
Nuestros compañeros se convirtieron en hermanos de la vida
Marcelo Pagliaro
Marcelo Pagliaro: Realmente fue la mejor época de mi vida, pues todo lo que ocurría se convertía en una experiencia inolvidable. Las travesuras en clases, en los recreos, después de las actividades en la quinta, los intercolegiales, los campamentos, retiros, en fin. Me cuesta elegir una actividad como la mejor de todas porque cada una tenía su particularidad. Tal vez haya sido el todo lo que hizo que cada cosa se convierta en algo inolvidable.
Una anécdota es que los días viernes había una alta excitación al acercarse la hora de la salida para enganchar con otra actividad a esa hora, como las caravanas de las fiestas del colegio o las actividades en la quinta. Entonces ya en la última hora cátedra nos hacíamos expulsar del aula y otros se escapaban para ir a asegurar un lugar en algunas de las camionetas al costado del natatorio. El compañero expulsado salía gritando “¡Fin de semana!”
Otra es cuando entramos al colegio de noche antes del inicio de clases para colgar las banderas de nuestro candidato al Centro de Estudiantes, Francisco Mojoli. Una vez que terminamos nos fuimos al natatorio, entramos a la pileta y estuvimos toda la madrugada ahí cantando y nadando.
La enseñanza que me llevé conmigo fue sin duda la referente a los sólidos valores que hacen del colegio algo inexplicable para los demás, destacando la amistad, ya que nuestros compañeros se convirtieron en hermanos de la vida. Un momento difícil fue cuando expulsaron a Carlitos Galeano, ya que compartíamos con él casi todas las actividades.
La enseñanza principal para mí fue la importancia de todas las amistades
Ivan Montiel
Ivan Montiel: Lo mejor de nuestra época era la tranquilidad de andar por la calle sin miedo, salíamos caminando del colegio a la quinta, de las fiestas, e íbamos a nuestros hogares o viceversa. Una anécdota que recuerdo es cuando estábamos cantando Patria Querida en la entrada para el ingreso de aulas. Los profesores y sacerdotes pedían solo la versión normal, pero cantamos la versión completa, que es el doble de larga y nadie podía ingresar hasta que termináramos, por ende, se retrasaba el inicio de clases. Era ver la felicidad de los alumnos y la cara de enojo de los maestros.La enseñanza principal para mí fue la importancia de todas las amistades que se forman en el colegio, no solo entre los compañeros de promoción, sino también con personas mayores a uno en el ámbito personal, social, laboral y religioso. Como exalumno y padre de actuales alumnos del San José quiero que siga siendo el referente en instituciones de enseñanza tanto académica como deportiva y socialmente.
Para mi la principal enseñanza fue el compañerismo y el respeto
Christian Villagra
Christian Villagra: Los mejor era que todos teníamos los mismos gustos, ideas, formas de pensar e intereses. Anécdotas que tengo son las bombitas en el baño al iniciar las actividades del colegio, así como las hinchadas para el centro de estudiante, las caravanas de fiesta de curso y las contratadas cuando pasabas al bachillerato. La principal enseñanza para mí fue el compañerismo y el respeto. Uno de los momentos más difíciles fue cuando quedamos castigados y nos sacaron la exoneración, y cuando se terminaba el último año y sabíamos que cada uno iría por su camino. El colegio San José nos enseñó que no solo formaba personas de bien, sino que además construía una hermandad muy fuerte que es difícil de romper. Hasta hoy en día, después de haber terminado los estudios, se siente ese cariño. Creo que esa es una de las carácterísticas más importante del sanjo.
Mis mejores amigos siguen siendo mis compañeros de promoción
Pedro Spinzi
Pedro Spinzi: Creo que lo mejor de nuestra época sin dudas fue el nivel de profesores que teníamos, realmente eran excelentes en sus materias y a la vez estrictos en la parte disciplinaria. Aparte de eso, el colegio me dio una muy buena base para el ingreso a la Universidad y eso también hay que resaltar.
Respecto a los compañeros, lo mejor fue el nivel de amistad que forjamos, creo que esa es una característica del San José. En mi caso, mis mejores amigos siguen siendo mis compañeros de promoción, y además me doy cuenta de que al tener que relacionarse uno con otro exalumno del San José por cualquier motivo es como si estuviéramos hablando con alguien que conocemos desde hace años, aunque nunca hayamos cruzado palabra.
Como todos dirán, hay miles de anécdotas, pero si hay que elegir una recuerdo que en quinto curso estaba de moda una pelota de papel con cinta adhesiva que tirábamos en la clase. Una vez yo la tiré hacia el pizarrón causando un fuerte ruido y el finado profesor de Ciencias “Globulito”, que era un capo, al instante se dio vuelta y preguntó quién fue. Por suerte nadie respondió y vino una reprimenda general con una fuerte amonestación en la libreta, algo muy malo en ese tiempo.
Un acontecimiento difícil que tuvimos que superar se dio en el último día de clases. Era una tradición que el sexto curso organizara una fiesta al despedirse del colegio, y en esa ocasión nos sobrepasamos un poco, si bien no pasó a mayores, los sacerdotes nos suspendieron la colación oficial del Colegio. Fue algo muy triste para nosotros pero la terminamos haciendo de forma privada en la Casa del Exalumno.
Creo que con eso aprendimos que cualquier festejo debe estar dentro de los límites, más todavía si son dentro de la institución.
Somos compañeros y amigos
Rolando Safuan
Rolando Safuán: Lo mejor de la época eran los intercolegiales, las fiestas de 15 y las veces que íbamos a la quinta del colegio. Son momentos muy lindos. Una anécdota es que cuando ingresé al colegio en el año 89, osea en el cuarto curso, yo venía de Santaní y tan solo el primer día me acerqué a un alumno que estaba también solo y le pregunté si también era nuevo, pero me contestó que estaba desde hacía 12 años. Me sentí más solo que nunca.
La enseñanza principal que tuve en el colegio fue la del compañerismo, los que estamos en la foto, en un 80% nos seguimos frecuentando en el exa, en alguna farra o evento. Somos compañeros y amigos. El momento más difícil en el colegio fue cuando nos confirmaron que no tendríamos colación y que la entrega de nuestros títulos la harían nuestros padres en la Casa del Exalumno, debido a una travesura de los muchachos.
Como enseñanza me quedó la amistad y el compañerismo sobre todo
Sebastián Peña
Sebastián Peña: Una de las mejores cosas de mi época fue que vimos la caída del dictador Alfredo Stroessner y vivimos los primeros años de democracia estando todavía en el colegio. Sentíamos eso en nuestro día a día como estudiantes, en la calle y en la misma institución. Creo que eso influyó mucho en nosotros.
Una anécdota tiene que ver con las reuniones para organizar la campaña para el Centro de Estudiantes en el verano del 90-91. Teníamos que poner un nombre al movimiento y no se nos ocurría nada original. En una de esas juntadas yo llegué de la casa de mi abuelo al que llamábamos “Maco”, y no recuerdo cómo, pero alguien me preguntó que significaba, entonces me puse a pensar y busqué palabras que tuvieron un sentido electoral. Así se me ocurrió: “Movimiento de Alumnos por un Centro con Objetividad”. Nos reímos durante una hora y quedó.
Quiero resaltar que gran parte de mi formación y disciplina se la debo al San José
Christian Román
Christian Román: Lo mejor de nuestra época fueron los amigos, los compañeros, los profesores y sobre todo el deseo de superarnos. Recuerdo las actividades deportivas en la quinta, la biblioteca con ese cuadro del mapa del Paraguay gigantesco y a la bibliotecaria Teresita.
La anécdota que tengo es que fuimos la primera promoción que quedó sin colación, recuerdo que el último día quedamos todos suspendidos por el desastre que fue lo que hoy sería el famoso UPD. Retirar mi título de la secretaría fue marcante después de 13 años en el colegio. Por lo menos hicimos una cena de colación en la quinta y una misa con reto incluido del padre Alonso.
Aparte de la formación académica tuve muchas enseñanzas, como ser miembro de la Academia Literaria, que también fue algo marcante. Participé en la Acción Católica y desarrollé actividades en los barrios más pobres de Asunción, eso fue muy satisfactorio. Quiero resaltar que gran parte de mi formación y disciplina se la debo al San José y destaco el papel del Rvdo. Padre Alonso de las Heras, a quien tuve a dicha de conocer. Quiero también destacar el compañerismo que quedó después de que salimos, a pesar de que no nos vemos siempre, quedamos como hermanos para toda la vida en las buenas y en las malas.
Un apoyo especial que tuve de parte de mis compañeros se dio cuando tuve que pasar por un transplante de riñón y Francisco Mojoli me dio su apoyo incondicional. Eso es siempre así con cualquier compañero que esté pasando por un momento duro.