Entrevista con Cecilia Fretes, exalumna promoción 2012
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Cuando un local gastronómico se gana el corazón de sus clientes, suelen tener algo más que buenas recetas: buenas historias. Historias que también nos dejan con un sabor muy especial. Ese es el caso de Burme.
La historia empieza en el 2015. Cecilia Fretes, exalumna de la promoción 2012, junto a su esposo Jorge del Puerto, inició la empresa gastronómica Grupo DPF. La misma cuenta con las marcas Burme y Lomy y 85 personas que trabajan día a día para dar a clientes y funcionarios lo mejor de sí.
Una gestión que se desarrolla de la mano de “la innovación, construcción de marca y demostrando que se puede ser una cadena de comida rápida paraguaya formal y con impacto positivo”, según cuenta Cecilia Fretes.
¿Cómo surge el negocio?
Jorge y yo somos arquitectos. Nos conocimos en la FADA UNA. Teniendo 4 meses de noviazgo, él trabajando y yo estudiando, Arquitectura y otras facultades entraron en paro académico. En ese momento los dos dijimos que queríamos hacer algo juntos.
Coincidió que probó la hamburguesa casera de mi abuela y me dijo “Algo tenemos que hacer con esto”. Nuestra primera marca, que en ese momento arrancó con el nombre de Burme’i, fue fruto de utilizar la herramienta de nuestra carrera; fue como armar nuestro primer proyecto en conjunto. Implicó muchísimo análisis, estudio de mercado, mucho espacio para soñar, mucha búsqueda de disrupción y, por sobre todo, mucha acción por detrás.
Empezamos con lo que nosotros llamamos “inversión 0”. Buscamos presionarnos para comprobar que la marca crece orgánicamente, que funciona, que a las personas que no son de nuestro círculo realmente les gusta y nos eligen.
Decidimos invertir todo lo que nos ingresaba hasta que las proyecciones que hayamos tenido se cumplan y poder dar el siguiente paso del sueño, que era el de pasar a que nos vean como una cadena de comida rápida.
¿Cómo ha ido creciendo la empresa?
La empresa inició su crecimiento exponencial, tanto de equipo como de estructura como de marca y locales, en el año 2017. A mitad de año ingresamos al Shopping del Sol y a fin de año al Shopping Mariscal, cerrando el año con 4 puntos de venta y logrando que la marca sea una cadena de comida interna y externamente.
En la actualidad, ¿cuál es el posicionamiento y la percepción del consumidor de la marca?
Fuimos creciendo solo con la marca “Burme´i” hasta que llegó la pandemia. Para nosotros esa etapa fue muy difícil y trajo muchas adaptaciones.
No dejamos de trabajar ni un solo día, perseveramos. Nos dio muchas lecciones que nos dolieron, pero así también oportunidades, por sobre todo, la oportunidad de iniciar con nuestra segunda marca: “Lomy: lomitos del Paraguay”, que tiene el mejor producto que puedas pedir, único (de verdad nuestro Lomy árabe con el pan pita que lo hacemos en casa ya se ganó muchos corazones).
Con mucha personalidad y en un mercado lleno de informalidad e inseguridad cuando hablamos de salubridad.
Nos dio también la oportunidad de aprender de nuestros desaciertos con la marca Burme´i. Es por esto que hicimos un renaming, y hoy somos Burme: hamburguesas con sabor artesanal e innovador al alcance de todos.
Creemos que siempre debemos de estar dispuestos a escuchar y a adaptarnos a las situaciones de afuera. Lo más importante es la propuesta de valor que estés dando, tanto externa como internamente.
¿Tienen proyectos de crecimiento?
Hoy día, estamos con 9 puntos de venta: en Asunción, en el Shopping del Sol, Shopping Mariscal, Villa Morra Park, Avda. Brasilia y un Lomy Móvil.
En San Lorenzo, en el Pinedo Shopping, en FDM en el Paseo 1811. En Lambaré, sobre la Avda. Cacique c/Héroes del 70 y en Ñemby sobre la Avda. Acceso Sur.
¡Tenemos muchísimos proyectos! Desde que empezamos, nuestro sueño es llegar a la mayor cantidad posible de personas, para así poder influir en ellas positivamente. Siempre hablando interna como externamente. Como diríamos en el San José: ¡Hasta alcanzar la estrella!
¿Algún mensaje que quiera dejar?
Hay que aprender a aprender, adaptarnos, no parar de soñar, ser atrevidos. Pero, a la vez, estructurados. Trabajar sobre valores y, por sobre todo, sentir que sos capaz, con tu equipo, de todo lo que te propongas.
