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Javier Canillas, promo 1980 fue jefe de campamento en los años 79 y 80 y compartió recuerdos de sus años como jefe de campamento y los desafíos que enfrentaron. Estos recuerdos permanecen hasta hoy en los corazones.
¿Qué papel desempeñaste durante tu tiempo en los campamentos?
Fui jefe de campamento en invierno y verano de 1979 y también en Semana Santa de 1980.
¿Podrías compartirnos alguna anécdota memorable de esos tiempos?
Una de las anécdotas más impactantes fue durante uno de los grandes asaltos. Recuerdo que alguien sacó uno de los postes de voleibol y lo lanzó hacia donde estaban los demás. Roberto Lima, que estaba viendo la escena, intentó detener el poste con su brazo para evitar que cayera sobre alguien. El poste le rompió el brazo, rebotó y terminó golpeando en la cabeza a Alexis Benítez. Alexis cayó desmayado, fue secuestrado y arrojado a un charco en la calle. Tuvo una conmoción cerebral. Si ese poste nos hubiera caído encima, nos habría matado a todos.
¿Podrías contarnos más sobre eso?
Sí, ese asalto fue uno de los más peligrosos, el de los bilingües. Nos disparaban desde afuera con aire comprimido. Los asaltantes eran de alto vuelo y estaban bien armados esa noche. No les dolía nada, fue feroz. Se metieron en la casa de Ña Peña y desde allí disparaban, no se les veía. Roberto Lima, Bruno Gorostiaga, Raúl Doria y otros intentaron dar la vuelta a la cuadra para atacarlos por detrás, pero justo se lanzaron al asalto. Luego, en la cancha de voleibol, se dio la primera avalancha. Paró un rato y llegó el poste. Luego, ya se armó el sarambí total.
¿Quiénes eran algunos de los responsables durante Semana Santa de 1980?
Durante Semana Santa de 1980, el capellán era Joaquín Chivite. El jefe de policía era Willian Campos Cervera. Los comandos eran Marcelo Rufinelli, Roberto Aponte, Mauricio Robiani, Raúl Doria, Willian Jacks, Roberto Lima, Bruno Gorostiaga, Solano Benítez, Francisco Gorostiaga y Guillermo Giménez de Castro.