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Promo 2011
Algunos alumnos de la promoción 2011 han vuelto al mismo lugar donde, casi una década atrás, se tomaron la foto que hoy hemos puesto en tapa.
La misma, en aquel entonces, se tomó de manera natural, evidenciando el compañerismo y el buen rato que todos hemos vivido en los recreos, los pasillos, etc. Hoy, vuelve a reinterpretarse con el mismo espíritu.
La única diferencia es que hemos decidido invitar a Irene Gómez a participar. Si bien no figura en la original, pertenece al grupo de “Delegados de promociones Sanjos” y, desde su función de representante – junto a Hugo Rojas -, nos ayudó a coordinar nuestra portada.
Nicolás Dos Santos
“Vivencias compartidas”
Si bien soy de la promoción 2012, me encuentro en la fotografía con amigos de la promoción 2011, ya que en aquel año tuve la oportunidad de formar parte de la Comisión Directiva del Centro de Estudiantes, en calidad de vicepresidente.
Hasta el día de hoy mantengo una excelente relación con ellos, y tengo gratos recuerdos de las muchas vivencias que compartimos juntos: recreos, fiestas, estamentos, intercolegiales y campamentos.
En el colegio cultivé las mejores amistades, aprendí valores y forjé gran parte de mi personalidad. Agradezco inmensamente a mis padres por haber elegido al San José como mi casa de estudios, y a mis compañeros y amigos de otras promociones por hacer que los años en la institución sean más que satisfactorios.
Nicolás Talia
“Personas con carácter”
Pasar por el San José es uno de los regalos más lindos que uno puede tener en la vida, porque va más allá de la formación académica, que es excelente; uno forma lazos que perduran para toda la vida. Algo que rescato siempre del colegio es la solidaridad entre la comunidad sanjosiana: si estás pasando por un mal momento, de seguro alguien del colegio te da una mano.
Me tocó pasar por el Centro de Estudiantes, el campamento, la hinchada y la Academia Literaria, y hoy en día siento que mucho de lo que soy se lo debo al colegio.
El San José no forma alumnos promedio, forma líderes para la sociedad, personas con carácter que no se quedan calladas ante las injusticias. Y esto es fruto de las tradiciones que se transmiten de generación en generación.
Martin Berton
“Valores que se han acentuado”
En el acto de graduación de nuestra promoción 2011, leí una reflexión que iniciaba con una frase que decía: “No se puede dar marcha atrás al reloj, pero sí se le puede dar cuerda nuevamente”. En aquel momento, elegí esas palabras por el motivo evidente de no querer dar por terminada esa linda etapa; hoy, sin embargo, a ya casi nueve años de ese día, las reafirmo completamente, siendo fiel testigo de que el Colegio San José es un reloj al que se le da cuerda constantemente.
Creo que los años de colegio fueron un baldazo de riquezas para cada uno de nosotros, y que todo lo aprendido lo llevamos en nuestro día a día. Valores como el respeto, la solidaridad, el servicio, la amistad, la tolerancia y la ayuda, son algunos de los valores que más se han acentuado en nuestro pasaje por el colegio.
Impresiona el vínculo desarrollado entre las personas que formaron parte de nuestra querida institución, a cada paso podés encontrarte con algún exalumno, estando garantizada la amistad y el recuerdo de esos años tan lindos. Por eso, resalto una vez más el hecho de que ese reloj está igual de vigente que nunca y con cuerda constante.
Alejandro Bestard
“Conocí a mis verdaderos amigos”
Del colegio me llevé muchos valores, como compañerismo, perseverancia, disciplina, liderazgo, respeto, patriotismo y muchos otros que hacen a la persona que soy hoy.
Pero si tuviera que hablar de uno, elegiría siempre la amistad. En el colegio conocí a mis verdaderos amigos, y son las personas que me siguen acompañando en cualquier camino que vaya eligiendo a lo largo de mi vida. Sé que en ellos puedo confiar y van a estar ahí para lo que necesite.
Mis amistades hasta el día de hoy, y la calidad de ellas, se lo debo 100% al colegio. Y siempre me voy a sentir afortunado por eso. Me quedo con los mejores recuerdos de lo vivido y siempre le voy a tener un gran cariño a mi colegio San José.
Mauricio Apodaca
“Amor y lealtad al colegio”
Si hay algo que siempre resalta de un sanjosiano, es su amor y lealtad al colegio. Pueden pasar los años, pero esos sentimientos siguen intactos.
Conocí, gracias al San José, lo que significa la amistad, la unidad y tener sentido de pertenencia. Hoy me queda muy claro que todo lo aprendido – y sobre todo, los buenos ejemplos – dentro de la institución, nos permiten a nosotros, hoy día exalumnos, poder destacarnos como ciudadanos y personas de bien dentro de la sociedad.
Irene Gómez
“Años difíciles de olvidar”
Pienso que los recuerdos del colegio son difíciles de olvidar, mucho más acordarse de ellos sin soltar alguna que otra carcajada de por medio, por los años de disfrute, aprendizaje tanto a nivel intelectual como personal, compañerismo, amistad y, sobre todo, familia.
Fueron 14 años en los que fui creciendo con quienes creían y buscaban lo mismo que yo. Pese a las complicaciones de la época, siendo mujer, puedo decir que los compañeros tuvimos bastante complicidad, sobre todo los últimos 3 años del colegio. Para bien o para aprender, y está bueno también haber logrado esa integración incluso después de haber terminado el colegio.
Uno de los momentos más lindos que me tocó vivir en el colegio fue el desfile organizado por los exalumnos en conmemoración al Bicentenario de la Independencia Nacional, quienes nos invitaron a formar parte del mismo. Fue un “extra” a todas las cosas especiales que ya nos tocaba vivir. Además, pude compartir ese día con mis tíos y casi todos mis primos, también exalumnos.
Jean Pierre Cousirat
“La amistad es muy valiosa”
Dentro de lo que fue mi relativamente corto paso por el colegio (6 años) pude darme cuenta de unas cuantas cosas que marcaron mi carácter y propiamente mi vida.
Primero, que la amistad es muy valiosa, en especial cuando es fomentada de forma natural. Ese tipo de amistades me dio el colegio, sin ningún interés extra, y creo que eso es lo que hace que permanezcan intactas.
Segundo, el colegio, desde mi punto de vista, siempre fue un lugar de altísima presión para alguien con ganas de sobresalir en cualquier ámbito; la sana competencia y la paciencia para llegar a los objetivos se practicaban todo el tiempo, esa semejanza a la vida adulta nos alistó mucho tiempo antes.
Finalmente, dentro de todas las exigencias que nos ponían el colegio y los profesores, siempre agradecí la calidad humana con la cual fuimos tratados, las ganas reales de instruirnos y hacernos mejores personas, más allá de lo académico; ser personas que pueden contribuir en su entorno.
Jessica Boettner
“Llevamos el celeste y blanco en el corazón”
Tengo recuerdos hermosos e inolvidables de los pasillos de nuestro querido colegio, pero al querer escribir y expresar lo que significa el San José para mí, me vinieron cuatro palabras claves a la cabeza: amistad, solidaridad, patriotismo y unidad.
Solidaridad, porque, más que enseñar e inculcar el “dar y sin esperar”, me demostró con el correr de los años que este valor es más grande que eso, es un sentimiento que sigue vigente y nos caracteriza como sanjosianos. Dar sin esperar, pero también saber recibir, valorar la ayuda y dar las gracias.
Amistad porque me regaló a hermanas incondicionales, con las que celebro los momentos buenos y nos abrazamos fuerte en los malos. Patriotismo, al enseñarme el respeto y amor hacia nuestra Patria, cantando hasta hoy en día, con fervor “Patria querida”. Y, por último, unidad, que engloba todos estos valores, porque somos una gran familia que lleva puestos los colores celeste y blanco en nuestros corazones.
Hugo Rojas
“Dios, familia y patria”
Definitivamente, rememorar la época del colegio trae consigo una cantidad infinita de emociones, anécdotas, amistades, profesores, rostros de personas que siguen estando al lado mío y otras que fueron muy importantes en su momento, pero luego la vida nos llevó por distintos caminos.
Se me hace muy difícil resumir en unos párrafos todo lo vivido y el aporte que dejó en mí el paso por el colegio, desde los primeros años donde empezábamos a construir amistades e íbamos conociendo una casa de estudios con tanta historia y tanto valor para la sociedad, al mismo tiempo que íbamos aprendiendo los valores cristianos con el ejemplo de San Miguel, la Virgen de Betharram y nuestro patrono San José. De esos primeros años recuerdo cómo esperaba con ansias a que llegue el sábado por la mañana, para ir a pelear el título del torneo de La Quinta, donde nos tocó campeonar varias veces. Luego los mágicos años de la secundaria, donde empezamos a forjar nuestra personalidad en la medida en que íbamos transitando los años, con profesores que nos desafiaban a ser mejores, y las infinitas oportunidades de desarrollo personal que encontramos en los distintos estamentos.
El San José que me enseñó a tener siempre la confianza puesta en Dios y que los valores de la amistad, la tolerancia y la ayuda no se negocian; se ponen siempre en primer lugar a la familia y la patria.
Ximena Stark
“Formarnos para ser líderes”
Para mí, el colegio fue lo más parecido a una prueba piloto de la vida real. Me dejó los valores que hoy son base de mi vida: el deporte, como prueba de que el esfuerzo trae mejora constante; la exigencia de profesores, que sacó lo mejor de mí; la puntualidad… bueno, si en la vida existiera el portoncito, seguiría esperando a que termine la fila.
Y, hablando de fila, el “Patria Querida”, el recordatorio de cada viernes de para qué nos formábamos: para ser líderes de nuestra sociedad. Esa frase, Bianchi la repitió tantas veces que me sigue resonando hoy.
Al terminar el colegio, me di cuenta de que la búsqueda de la excelencia es infinita, pero el San José me dejó lo más importante para transitar esa búsqueda: los amigos. Aunque las mejores anécdotas las tengas con 8 de ellos, sabés que en las malas están muchos más que 100.
Alejandra LLano
“Enseñanzas que nos definen como personas”
El colegio me enseñó una infinidad de cosas que definen cómo soy hoy. Podría empezar por la formación católica que me dio y los valores de tolerancia, respeto, ayuda a los demás. También me enseñó que a las personas no se las puede definir por su clase social, sino por sus ideales, buenas acciones y transparencia.
Tengo innumerables recuerdos en el colegio, que si puedo citar algunos podrían ser: las horas y horas practicando las coreografías para el jazz; los recreos, donde cada promoción tenía un lugar establecido, el nuestro era debajo de las escaleras; las clases y nuestras horas libres, compañeros tocando la guitarra y cantando todos juntos; los campamentos y retiros; las risas incontables con mis amigos.
A pesar de que hayamos terminado esa etapa hace nueve años y que algunos compañeros no nos veamos siempre, estos amigos son las personas que no me pueden faltar, que se destacan por estar en las buenas pero brillan y se las siente más en las malas. Amigos que los siento para toda la vida, y que sin duda nos tenemos por pertenecer a la familia de nuestro colegio San José.
Federico OrtÍz
“Unidad, confianza, empatía”
Fueron 14 años de vida en una misma institución, llenos de historias y anécdotas, caídas y aprendizaje. En el colegio vivimos niñez y adolescencia, etapas que marcan nuestras vidas. Las mías se presentaron con varios desafíos, los cuales muchas veces llevaron al límite la capacidad de reflexión y resolución de aquel niño ingenuo que buscaba dar lo mejor de sí. En algunos casos los límites fueron excedidos. Sin dudas, mi pasaje por el colegio (y el de muchos otros) fue una odisea, pero finalmente la etapa fue cerrada exitosamente.
Siguiendo adelante, nos aferramos a aquello que nos fortalece y todo lo demás queda atrás. Me gané una familia, la de Ciencias Básicas & Cia, promoción 2011.
La fuerza del grupo caracteriza a la comunidad del Colegio San José. La unión potencia, da confianza y empodera a las partes involucradas. Ubicarse en situación de poder conlleva responsabilidades para con los demás. Espero que las generaciones futuras sean cada vez más empáticas.