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Entrevista a Pablo Jiménez, exalumno de la promoción 2018
Al pensar en el estudio de la historia, uno puede cometer el error de imaginar a la misma dentro de ciertos límites, como los del desarrollo de las sociedades griegas o romanas, la conquista de tierras o guerras de talla mundial, entre otros. En fin, algo lejano, inerte. Pablo Jiménez, presidente de la academia de historia durante el periodo del 2016, corrige este pensamiento, recordando que la historia abarca mucho más, permitiendo que cualquier alumno encuentre en ella un capítulo de su interés.
¿Cómo llegó a ser parte de la Academia de Historia?
Cuando yo estaba en 7° grado, la verdad es que no tenía ninguna intención de ir a ninguna academia. Mi idea del colegio era de un lugar donde uno iba a cumplir horario y nada más, pero resulta que varios compañeros míos iban a la Academia de Historia regularmente. Ellos me invitaron y yo, que siempre me vi sumamente interesado por la historia, decidí que no era mala idea probar e ir aunque sea una vez. Al final, fui miembro de la academia durante seis años.
¿Cuál era el volumen de convocatoria en ese entonces?
Durante mis seis años de asistencia a la academia, hubieron altos y bajos en cuanto la asistencia. Cuando yo apenas empezaba a ir, no éramos muchos, apenas pasábamos la docena. Durante el paso de los años, el número fue aumentando, hasta que en nuestro momento cúspide llegamos a ser casi cincuenta alumnos en una sesión. Ya en mis últimos años en la academia, el número se mantenía bastante estable, alrededor de veinticinco miembros por sesión.
¿Qué lo atrajo de la academia, para permanecer en ella?
Al comienzo, me atraía, más que nada, los temas que eran tratados en las sesiones, que iban desde la historia egipcia hasta la historia de nuestro queridísimo colegio. La variedad en contenido era mucha, y el interés que despertaba en mí cada uno de los temas me mantuvo durante mis primeros años presente. Sin embargo, cuando asumí la presidencia en el 2016, aprendí a querer a la academia y las historias que esta guardaba de una forma muy diferente, empecé a comprender lo que significa ser responsable de preservar el inmenso valor histórico de nuestro colegio. Se podría decir que poco a poco me fue enamorando más y más este sentido del deber que tenía hacia el colegio.
«Aprendí a querer a la academia y las historias que esta guardaba de una forma muy diferente»
¿Qué atrae a un joven del estudio de la historia?
En la academia vi pasar a muchos alumnos, todos diferentes entre sí, y descubrí que a la historia es imposible no quererla; es imposible no sentirse atraído hacia ella, porque la historia no es una, no es la misma una y otra vez. Todos tienen sus preferencias, para todos hay algún momento de la historia que les llama la atención, que les despierta ese interés innato, ya se trate de historia de las civilizaciones, del colegio o del fútbol. La historia no tiene talle universal, es por eso que los jóvenes se interesan en ella, porque en ella pueden encontrar lo que más le interesa a cada uno.
¿Cómo mantener vigente el estudio de la historia?
Es posible mantener vigente el estudio de la historia a través de la desestructuración de la forma curricular de estudiarla, dar lugar a que cada uno elija investigar y profundizar a su manera el contenido que más le motive.
¿Qué factores cree que beneficiarían al crecimiento de la academia?
La academia se vería beneficiada con mayor asistencia de los alumnos y promoción de parte del colegio, lo cual permitiría realmente explotar el potencial de la misma.
La Academia de Historia está entre los estamentos más antiguos del colegio, sin embargo, la misma ha sufrido sus altos y bajos durante su historia, periodos en los que la misma gozaba de muchos miembros y gran relevancia y otros en los que incluso se tuvo que clausurar por falta de quórum. Desde hace ya varios años, la academia viene en el alza, con un sólido número de alumnos presentes y una investidura que aumenta cada año, por eso creo que es el deber de toda la comunidad sanjosiana de no dejarla decaer, sino brindarle todo el apoyo posible para que la misma siga adelante, siempre adelante.