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Entrevista a Jorge “Paloma” Matiauda, exalumno de la promoción de 1987
Jorge Matiauda, como rugbier, vivió importantes y gratos momentos en el deporte que lo definiría como persona. Hoy, como entrenador, dirige a jugadores de diferentes categorías, que también pasan por esta “escuela” de valores y aprendizajes singulares.
En esta nota, Matiauda nos habla de sus comienzos como jugador hasta su presente como entrenador, destacando lo que hace al rugby un gran deporte.
¿Cómo se inició en el rugby?
Me inicié en el rugby a los 12 años. Mi hermano José, 5 años mayor que yo, me llevó a jugar a la quinta; él jugaba en el San José y era entrenador de las inferiores del club. Yo era muy futbolero – incluso jugaba en las inferiores del Club Guaraní -, pero después de comenzar a jugar rugby y entrenar, ya no lo pude dejar. Hasta hoy, a mis 51 años, que sigo como entrenador.
Mis primeros entrenadores fueron mi hermano José y “el negro” Denis. Me acuerdo de que nuestro primer partido fue contra el Yaguareté, que tenía su cancha cerca del Shopping Pinedo. Muchos compañeros míos jugaban y teníamos un grupo espectacular, en ese primer año salimos campeones.
Disfrute mi vida como jugador y la sigo disfrutando actualmente en mi papel de entrenador
¿Continúa jugando? Si es así, ¿siente una diferencia entre sus comienzos en el rugby y hoy?
Actualmente tengo 51 años, ya no juego pero vivo el rugby día a día, ya que continúo como entrenador y estoy en contacto permanente y diario con los jugadores. Ahora no estoy entrenando a ninguna división del San José, pero sí a diferentes categorías de las selecciones nacionales. Prácticamente, desde el 2013 hasta la fecha estoy trabajando en la unión del rugby y el club, en diferentes divisiones.
La verdad, hay una gran diferencia entre mi época y la de ahora; en nuestra época, el juego era mucho más amateur, ahora los jugadores son semiprofesionales. Actualmente, los jugadores están más acompañados en todos los aspectos, sea por parte del club o de la unión, y dedican mucho más tiempo que nosotros, sobre todo en la preparación física.
El rugby ha evolucionado muchísimo en la medida en que pasa el tiempo, también la tecnología ha hecho que crezca este deporte. Esto nos obliga (a los entrenadores) a actualizarnos y crecer también constantemente.
¿Qué aprendizajes ganó con este deporte?
La verdad es que el rugby es una escuela de vida que no para de enseñarte; desde chico, te enseñan que, sin la solidaridad, el compañerismo, el respeto y la disciplina, no se consigue nada.
Todos tienen que estirar al equipo, por lo tanto, se forma un vínculo tan fuerte que a tus compañeros los considerás hermanos para toda la vida. Porque ese vínculo se siente dentro y fuera de la cancha, sentís que podés contar con ellos en todo momento.
Hoy día, creo que son valores que los chicos tienen que aprender como base para una sociedad y un mundo que da tantas opciones para no cumplir las reglas.
¿Hubo alguna ocasión, partido o año especial (en su tiempo de jugador)?
Realmente como jugador me tocó vivir momentos muy lindos ya que siempre me toco tener no solo grandes entrenadores , sino más bien yo les diría educadores porque hicieron un gran trabajo con toda mi generación , siempre estuve rodeado y jugando con grandes jugadores que me enseñaron muchísimo , compartí sobre todo muchas alegrías porque obtuvimos muchos campeonatos para el club cosas inolvidables .Uno como jugador siempre se acuerda de las grandes finales que nos tocó vivir , también en las selecciones que me toco participar representando al país un recuerdo muy lindo fue haberle ganado a chile en mayores por única vez en Santiago de chile , también haber ido de gira a Sudáfrica 1 mes con la selección , haber jugado en Francia una temporada , lindos recuerdos y sobre todo haberlo vivido con grandes amigos , realmente disfrute mi vida como jugador y la sigo disfrutando actualmente en mi papel de entrenador , hasta ya fui entrenador de mi hijo mayor en la selección juvenil y de mayores , una gran satisfacción y un gran desafío .
¿Algún mensaje que quiera compartir?
Más que un mensaje, me gustaría invitar a los chicos a que puedan tener la experiencia de jugar al rugby. Es la mejor escuela de vida que podrían tener; crecerán dentro de buenos valores, divirtiéndose sobre todo y forjando compañerismo y solidaridad, que siempre fueron bases de nuestro querido colegio.