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El derrocamiento de Stroessner supuso el fin del gobierno autoritario más prolongado de la historia independiente del Paraguay – y uno de los más largos del mundo (34 años, 5 meses y 19 días).
La noche de la candelaria
Ocurrió en horas de la noche y madrugada de los días 2 y 3 de febrero del año 1989, respectivamente, donde un grupo de las fuerzas armadas dirigidas por el general Andrés Rodríguez se sublevaron contra el entonces presidente Alfredo Stroessner.
Pocos días después del golpe de Estado, el 5 de febrero de 1989, en horas de la tarde, Alfredo Stroessner fue enviado al exilio acompañado de unos 30 familiares y asesores, en el vuelo especial de un Boeing 707 de LAP (ya extinta) al aeropuerto de Vira copos, ciudad de Campiñas, a 100 kilómetros al norte de São Paulo.
Más cambios políticos y sociales
Los sectores políticos y sociales pensaban que solo se trataba de un cambio de mano. Pero Rodríguez gobernó unos pocos meses, con mano firme, solo para cumplir su promesa de llamado a elecciones (promesa que nadie había pensado que cumpliría).
Rodríguez retiró la ley marcial que regía desde hacía más de 30 años ininterrumpidamente, legalizó los partidos de oposición y encarceló a algunos miembros de Stroessner por un tiempo.
Menos de tres meses después del golpe, convocaba a elecciones generales pluralistas el lunes 1 de mayo de 1989. En estas, desarrolladas con libertad y respeto y con participación de todos los partidos, ya legalizados, el Partido Colorado, que lo postuló como candidato, ganó por el 74,3% de los votos.
Después de 35 años de elecciones de la época de Stroessner, quien obtenía regularmente más del 95% de los votos. Gobernó Rodríguez hasta 1993, año en que asumió el primer presidente civil del Paraguay en casi medio siglo.
El año 1989 dio paso a la transformación de la sociedad paraguaya
Transición democrática
Una característica resaltante de la transición política que se inició en 1989 fue la reforma educativa. A diferencia de la mayoría de los países de la región que en las últimas décadas han puesto en marcha procesos de reforma educacional, el caso paraguayo se distingue por darse dicha iniciativa con el trasfondo de un largo ciclo autoritario.
En febrero de 1989 no cambió solo “lo político”, aunque esta dimensión haya sido la que ofreció en su etapa inicial la arista más crítica y visible.
La impresión predominante se centraba en la idea que, desaparecida la dictadura e “instauradas” las instituciones democráticas fundamentales, se irían resolviendo casi mecánicamente los grandes problemas que afectaban al país.
Esta firme convicción respecto a la influencia determinante de la democracia solo fue compartida con otra entusiasta certidumbre que caracterizó a la transición: el valor excepcional de la educación en la tarea no solo de afianzar la democracia, sino de posibilitar el advenimiento “de una nueva sociedad”.
En 1973 empezó la aplicación gradual del nuevo plan y sus correspondientes programas en el nivel primario en algunas instituciones del país. La reforma de 1973 estuvo vigente hasta el final del gobierno de Alfredo Stroessner. La promoción 1989 fue la primera promoción con este método nuevo implementado, el cual entró en revisión a partir de la transición democrática y de la reforma educativa.
La promoción 1989 fue la primera promoción del colegio con el método nuevo implementado,
Un galardón a la cultura
El 21 de marzo el escritor Augusto Roa Bastos regresó al Paraguay tras 42 años de exilio. La concesión del Premio Cervantes, el más importante galardón de las letras castellanas, a Augusto Roa Bastos fue el primer reconocimiento de carácter trascendente a la literatura paraguaya. Se constituyó en un verdadero hito de nuestro proceso cultural.
La concesión de este premio a Roa Bastos para nuestro país fue un hito, verdadero peldaño que abrió las puertas al conocimiento del Paraguay, de su literatura, de su compleja situación de la construcción de su democracia que aún continúa. Su obra ya había recorrido gran parte del mundo, había sido traducida a más de veinte idiomas, pero el Premio Cervantes reforzó esa trascendencia y le dio visibilidad al Paraguay.
El mismo año en que fue derrocado el Dictador, cuando el Paraguay comenzaba a respirar, el premio fue un muy buen augurio. Su obra, su esfuerzo, había logrado el milagro, el mundo se volteaba a ver a Paraguay, empezaba a tener visibilidad, esa es la fuerza de una obra sólida, creativa, seria, ese fue el mayor premio.