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Se realizan eventos conmemorativos de la guerra contra la Triple Alianza, con numerosa participación de la comunidad del San José.
Este año, recordando la guerra contra la Triple Alianza, se nombra un comité pro Homenaje al Mariscal López. Se realizan unos Juegos Florales, en los que el P. Noutz obtiene el 2do Premio por su poesía “Resurrección”. Con este motivo el P. Noutz recibió numerosos homenajes.
El P. Noutz hacía ocho años que había llegado al Paraguay de sus amores. Ya había escrito la letra de varias marchas además del tan conocido y célebre Himno a la Raza (Patria Querida) como “Del Hermoso Paraguay”, el Himno a la Bandera (¿Quién al frente de los batallones?). El Trompa de Curupayty (dedicado al Coronel Bray).
Cabe señalar que el Poema “Resurrección” fue recibido con mucho agrado tanto por lopiztas como por antilopiztas. El P. Noutz no se embandera con la figura del Mariscal, se mantiene neutral en esa contienda que, sobre todo en esa época, dividía a la familia paraguaya. Sólo quiso ver en las fiestas del Centenario la glorificación del valor y el patriotismo de los combatientes de la gran Contienda.
Le tocó leer su poema en el Teatro Nacional. El P. Noutz, antes de leerlo, quiso desvirtuar toda interpretación errónea de su postura, en un breve discurso que además fue muy calurosamente aplaudido.
Resurrección "¡Sargento Silva, toque!". En un momento, Al oír la diana, se levanta De su ignorada tumba la giganta muchedumbre. Los muertos, al acento De aquella vieja voz, de aquel llamado, Como en un sobresalto han despertado Y acuden a formar... La clarinada vibra, fulge el fuego Del arrogante son. de la armonía Que otrora los llamara a la victoria. Todos acuden. todos: escuadrones A galope tendido, batallones Con el rítmico paso de la gloria. Vienen los de Humaitá, los de Corrientes. Los héroes altivos, los ardientes Defensores del suelo patrio: Herreros, Caballero, Resquín, Díaz, Duarte; Los que fueron tu augusto baluarte. O Paraguay. Tus mártires, guerreros Que soñara un Homero, un Bonaparte, Marchan, interminable caravana, Escuálidos espectros de ultratumba, Y su desfile inmenso allá retumba Y mezcla su fragor con la diana... Mirad. mirad el despertar sublime De los que el negro Olvido sepultaba, Hoy la conciencia nacional redime A los que la derrota encadenaba. Están de pie los muertos, los titanes, Los acá morotí, los capitanes, La tierna flor de Acosta-ñú... el lirio ¡Que desfallece y muere en el martirio! Están de pie los viejos harapientos, Los exangües, las madres doloridas, Las madres que curaron sus heridas ¡Y las que compartieron sus tormentos! ¡Están de pie! ¡Está de pie la raza! Ondea más briosa su bandera Al soplo de una nueva primavera, ¡Y la aurora que surge los abrasa! Es la vuelta tardía de la gloria; Es la resurrección, es la Victoria... Toque el clarín y suenen los tambores, ¡De pie, vencidos Sois los vencedores! Marcelino Noutz
El P. Noutz dirigía en esa época la Academia Literaria del Colegio. Por eso, en una reunión especial, el Presidente Emilio Cardús Huerta le felicitó en nombre de los académicos. Poco después le ofrecieron un lunch, en unión con los maestros de primaria y los alumnos de 40 curso. Hablaron: el maestro Ramón Bogarín y los alumnos Juan Peroni, Manuel Toranzos, Elías García. A propuesta del P. José Saubatte, los presentes enviaron una felicitación a la madre del P. Noutz cuya influencia fue marcante en la formación total del hijo. El P. Noutz muy emocionado agradeció la demostración e invitó a los alumnos a elevarse hasta Dios, autor de toda belleza, a producir el hermoso poema de su vida cívico-cristiana.
Jura de la Bandera
Era tradicional entonces la llamada Jura de la Bandera que se realizaba el 16 de agosto. Era ocasión de fervorosos discursos. recordando las glorias del pendón tricolor. El P. Director improvisó unas glosas en torno a sus colores, relacionados con la vivencia patriótica y religiosa.
Fiesta gimnástica
La tradicional fiesta gimnástica se celebró en la segunda quincena de octubre. El Sr. Presidente de la República, Dr. Eligio Ayala. anunció que asistiría con mucho gusto: entonces la Dirección del Colegio y los alumnos quisieron rendirle un testimonio de gratitud. Idearon un desfile hasta el Palacio el 17. Allá se fueron con su uniforme nuevo: zapatillas blancas, pantalón negro, camiseta de sport, boina negra y una faja tricolor.
La Banda de la Policía -gentilmente cedida- precedía el desfile; con brío, con impecable formación, desfilan por las principales calles de Asunción. “Marchan admirablemente -dice ‘La Nación”- desde las primeras filas compuestas por robustos adolescentes hasta las últimas, de pequeños llenos de vivacidad y de gracia”. Llegados al Palacio Se colocan frente a los balcones, el Sr. Presidente sale a recibirlos. Sube una delegación y el Presidente de la Academia, Emilio Cardús-Huerta. le presentó el saludo de sus compañeros. El Sr. Presidente de la República contesta con breves palabras agradeciendo la demostración, alabando la educación que se imparte en el Colegio y asegurando que iría con mucho gusto a la exhibición en el campo de deportes.
Las evoluciones se realizaron como de costumbre ya; la banda de la Policía ejecuta el Himno Nacional y se debe señalar que los cadetes de la Escuela Militar participaron del desfile, donde se cantó también La Marsellesa. Todo fue señaladamente anotado por los corresponsales deportivos, sobre todo “la perfección con que ejecutaron los ejercicios de conjunto de calistenia, gimnasia sueca y dinamarquesa” (La Tribuna).
El Sr. Pedersen, “artista” del lucido acontecimiento, recibió una hermosa copa de plata y pocos días después de la Fiesta se le nombra Director Técnico de la Comisión pro Cultura Física.
En fin. el Dr. Luis A. Riart, Ministro de Guerra y Marina. exclamó: “¡Nos hacen falta diez mil atletas como éstos!”